Según el Ministerio Público, los asesinatos no ocurrieron en combates y varios se habrían cometido en el país vecino.
La Fiscalía de Colombia informó que hasta el momento han sido encontrados 27 cuerpos en los departamentos de Arauca y Boyacá, tras los hechos de violencia registrados en la zona fronteriza con Venezuela el pasado fin de semana y responsabilizó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de las muertes. Entre los fallecidos habría cuatro venezolanos.
En un video institucional publicado en la cuenta de la Fiscalía, el titular de ese organismo, Francisco Barbosa, aseveró que una comisión especializada para el departamento del Arauca realizó una «primera exploración investigativa para concentrar todos los elementos de prueba y esclarecer los homicidios ocurridos los primeros días de 2022″.
La versión de la Fiscalía da un giro a la información que se manejaba hasta el momento de enfrentamientos entre grupos armados —que había sido aportada principalmente por la Defensoría del Pueblo y el Ejército—, debido a el orgamisno asegura que hay indicios de homicidios por sicariato, responsabiliza solo al ELN, niega que en la zona hubo combates y afirma que varias personas fueron sacadas de sus viviendas, llevadas a Venezuela, asesinadas allí y regresadas a Colombia.
Este fin de semana, en menos de 24 horas, fueron fueron halladas muertas más de 20 personas en varios municipios colombianos del Arauca, fronterizo con el estado venezolano de Apure. En 2019, la Defensoría del Pueblo de Colombia había emitido una alerta temprana por violencia «estructural» en estas localidades colombianas debido a que los grupos armados ilegales se enfrentan desde mediados de 1980 por el acceso a los recursos naturales y la renta petrolera, con el fin de garantizar su existencia y el mantenimiento de sus actividades ilícitas.
¿Qué ocurrió, según la Fiscalía?
El fiscal afirmó que entre la madrugada del 2 de enero y el 5 de este mes fueron encontrados 27 cuerpos en la zona rural del municipio de Fortul, Saravena y Arauquita y en el municipio de Cubará, en vecino departamento de Boyacá.
Según manifestó, «las víctimas fueron obligadas a salir de sus viviendas por hombres armados» y «algunas habrían sido llevadas a Venezuela, asesinadas y posteriormente trasladadas a territorio colombiano». Del mismo modo, «otras murieron en Colombia pero los abandonaron en lugares distintos a los que residen».
El titular de la Fiscalía adelantó que los 27 cuerpos se encuentran en la sede del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses y que «se realizan con la mayor celeridad las necropsias».
Hasta el momento han sido identificadas 20 personas, de las cuales dos son mujeres, otras dos menores de edad y cuatro ciudadanos son venezolanos.
¿Hubo combates?
«Todas las víctimas recibieron disparos a corta distancia en la modalidad de sicariato. Esto indica que no hubo combates», aseveró Barbosa, a pesar de que la información que difundieron los medios previamente, proveniente de la Defensoría y el Ejército, hablaba confrontación entre grupos armados.
Refiere el organismo que «cuatro de los identificados están vinculados a investigaciones como presuntos integrantes de las disidencias del frente décimo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otros cuatro son indiciados en las bases de datos institucionales».
La Fiscalía afirma que, según el análisis de contexto y el material de prueba, «evidencian que los responsables de estos homicidios son las estructuras armadas del Frente Oriental de Guerra del Ejército de Liberación Nacional, que operan en los departamentos del Arauca, Boyacá y el Casanare».
La víspera, Venezuela anunció que había recibido a un grupo de personas provenientes de Arauquita que huían de la violencia en sus comunidades, producto de los enfrentamientos armados. Hasta ahora, el Gobierno de ese país no se ha pronunciado sobre lo señalado por la Fiscalía colombiana.