El canciller de Costa Rica, Manuel González, considera que las relaciones bilaterales con Nicaragua aún están lejos de recomponerse y cree que no basta con las señales de colaboración que dio Nicaragua en el caso del naufragio que cobró la vida de 13 personas y para detener a Adrián Salmerón Silva, presunto asesino de una familia de cinco miembros en Matapalo, Guanacaste.
En una entrevista brindada al diario La Nación de Costa Rica, el canciller González considera que hacen falta “espacios de confianza” entre ambos países, los cuales dependen de múltiples factores, entre ellos, el desarrollo de otro litigio por los límites marítimos y el pago de una indemnización a Costa rica por el daño ambiental de isla Portillos, aún sin cuantificar.
Resumen de la entrevista
P: Rosario Murillo (primera dama de Nicaragua) habla en un tono más cordial sobre Costa Rica que antes. ¿Las señales que envía Nicaragua alcanzan para pensar en una mejoría de las relaciones?
R: Creo que cualquier señal positiva que enviemos los países en cuanto a tener una mejor relación, es conveniente para la relación bilateral y el entorno centroamericano.
”Usted hace ( o hizo) referencia a dos temas muy puntuales y recientes como el naufragio (en el que murieron 12 costarricenses y el crimen de Matapalo). Creo que todavía tienen que pasar señales adicionales para que esa confianza, si bien no se regenere totalmente, que sí se den espacios que permitan un acercamiento mayor”.
P: ¿Costa Rica ve lejano el momento del restablecimiento pleno de relaciones con Nicaragua?
R: Que de ahí (señales de buena voluntad de Nicaragua) podamos concluir automáticamente que estamos ya en el restablecimiento pleno de todas nuestras relaciones y que aquí como que no ha pasado nada, y que estamos actuando con absoluta normalidad, sería mentir que eso es así.
P: ¿Cómo calificaría, entonces, la actitud gubernamental hacia las relaciones con Nicaragua?
R: Creo que a todos nos interesa caminar prudentemente y con mucha responsabilidad hacia una situación que permita una relación lo más normal posible.
”No me atrevería a ponerlo (el restablecimiento de relaciones) en una perspectiva de tiempo. Hago énfasis en que hay que hacerlo de manera prudente y responsable. No es tan simple como pasar la página y ahora ya nos olvidamos de todo, y ¡qué viva la Pepa! y estamos como hermaniticos”.
P: Entonces, ¿hay que moverse con pies de plomo cuando de Nicaragua se trata?
R: Lo dije desde el mismo día de la sentencia de la CIJ: tenemos que aprender como país las lecciones que nos ha dado ese proceso, cómo llegamos a lo que llegamos.
”No es mantener una herida abierta. Es aprender de las experiencias y, en eso, el otro componente es la prudencia y responsabilidad con la que, como Estado, tenemos que actuar”.
P: ¿Esos gestos de buena voluntad han provocado alguna reacción positiva hacia Nicaragua dentro del Gobierno?
R: Los agradecemos, en especial en el tema del naufragio, pero creo que aún tenemos que ir reconstruyendo poco a poco ese tejido de la relación que no se va dar espontáneamente y que tampoco se va a dar por una señal o por un acontecimiento específico.
”Costa Rica lo manifestó públicamente al gobierno de Nicaragua: nuestro agradecimiento por la forma expedita, solidaria y humana en la que ellos actuaron con los náufragos y con sus familias y en eso, como pueblo y como familia, estamos agradecidos”.
P: Esa actitud precavida podría ser interpretada por Nicaragua como un deseo de Costa Rica de mantener la lejanía…
R: Quiero ser muy claro: esto no denota ninguna actitud de Costa Rica de tensar innecesariamente la relación, o de mantener indefinidamente un distanciamiento, o de asumir una posición dura o arrogante. No, simplemente es coherente con lo que esta administración ha mantenido desde el inicio, y es que se tienen que ir regenerando los espacios, y eso no se logra de un día para otro.
P: ¿Perciben ustedes que el gobierno de Daniel Ortega ha ido aflojando la tirantez en su discurso hacia Costa Rica?
R: En este caso (del naufragio) la reacción del Gobierno de Nicaragua fue humanitaria, normal, ante una situación de crisis de estas familias, en un profundo dolor, en circunstancias que yo creo que a todos nos mueven el corazón.
”Nicaragua hizo probablemente más de lo que era esperable en una circunstancia como esta; por ejemplo, haber actuado con celeridad, suministraron los ataúdes; en fin, dieron las facilidades para que el dolor de estas familias no fuera aún más profundo, pero esa es la forma natural, y lo digo con gran agradecimiento, con que hubiera actuado cualquier país”.
P: ¿Por qué aún no se dan las condiciones para estrechar relaciones con Nicaragua?
R: Desde la sentencia que dictó la Corte Internacional de Justicia, siempre manifestamos que no se daban las condiciones de confianza entre los dos países.
”Creo que la tinta de la sentencia todavía no se ha secado.
”No podemos olvidarnos del tercer litigio por los límites marítimos. Fuimos a la Corte y no fue por gusto, hubiéramos querido que eso se resolviera como se intentó, por medio de una negociación en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y lo que siempre se recibió fue la intransigencia (de Nicaragua). Aquí estamos en presencia de un proceso que apenas está empezando”.
P: ¿No hay espacios de diálogo aún, entonces?
R: Espacios de confianza…, eso no solamente se refleja o debe verse reflejado en la relación bilateral, sino, también, en la posición de ese país en el entorno centroamericano. Cómo actúa, si apoya o no algunas posiciones en las que muchos países coincidimos y, esto, no es ningún secreto, ellos también han asumido posiciones intransigentes, sin dar ninguna explicación del porqué y la regla del consenso se la arrogan como un derecho de veto para bloquear las iniciativas.
P: ¿Qué espacios de confianza se deben restablecer entonces para reconstruir la relación?
R: Bueno, como estos que se han dado. No quisiera uno que se den con base en circunstancias como un naufragio.
”Hay una situación de hecho entre dos vecinos que, aunque no se sienten a conversar, o a impulsar una agenda específica, se da espontáneamente.
”En el campo bilateral esos eventos nos dan una guía, y en el campo multilateral, hay muchos temas que se discuten a nivel regional, tanto técnico como político, y cuando Costa Rica participaba en la mesa política del Sistema de la Integración Centroamericana, también había varios y repetidos inconvenientes”.