Crece número de militares ucranianos que se rinden ante rusos

 

* «No quieren morir sin sentido», ucranianos «van en misiones suicidas y saben que los van a matar», declaró a Sputnik el teniente coronel retirado del Ejército de EEUU, Earl Rasmussen.

Los militares ucranianos «van en misiones suicidas y saben que los van a matar», declaró a Sputnik el teniente coronel retirado del Ejército de EEUU, Earl Rasmussen, al destacar que tienen problemas dentro de sus Fuerzas Armadas. Sus palabras llegan al tiempo que Kiev lleva dos meses de contraofensiva sin alcanzar los objetivos planeados.

El número de ucranianos que deponen las armas aumenta a medida que las fuerzas de Kiev sufren dramáticas pérdidas, destacó el 10 de septiembre el exasesor principal del Pentágono, coronel Douglas Macgregor, en un podcast de un medio de comunicación independiente estadounidense.

«El número de unidades y soldados ucranianos que se están rindiendo aumenta a diario, la mayoría ocurre en el nivel más bajo porque esta gente no ha tenido un entrenamiento efectivo. No están preparados para esto y los están enviando a la muerte», tuiteó el coronel retirado del Ejército estadounidense y funcionario del Gobierno.

Según los veteranos estadounidenses, Kiev está enviando a decenas de miles de soldados ucranianos a una misión suicida, a pesar de que el conflicto podría haber cesado en marzo de 2022, después de que representantes rusos y ucranianos firmaran un acuerdo de paz preliminar en Estambul.

«Seguro que los hombres se preguntan: ‘¿Por qué estamos haciendo esto otra vez? ¿Y cómo empezó todo esto? ¿Para qué sirve esto? Y luego tienen a ultranacionalistas, neonazis incrustados en el Ejército también, empujando esto hasta el final. Están destruyendo su país. Los militares, los mandos inferiores, se dan cuenta de ello y saben que los van a matar», declaró a Sputnik el teniente coronel retirado con más de 20 años en el Ejército estadounidense, Earl Rasmussen.

«Van en una misión suicida (…) Creo que tienen problemas dentro de sus Fuerzas Armadas, de moral y de estructura de mando. Por eso, cada vez se ven más casos de este tipo, porque los mandos inferiores han tomado o toman medidas por su cuenta», prosiguió el veterano estadounidense.

Soldados ucranianos deponen las armas

Varios funcionarios regionales y el Ministerio de Defensa ruso registraron casos de militares ucranianos que abandonaron la resistencia desde el inicio del intento de contraofensiva de Ucrania, que comenzó en junio. Durante el avance, las FFAA ucranianas han perdido unos 71.000 soldados.

«Puedo decir que recientemente —desde hace aproximadamente un mes— el enemigo ha empezado a rendirse. Ya no hay uno o dos desertores cada vez, como solía ocurrir en primavera: hemos observado que unidades y pelotones enteros se han rendido», declaró el 24 de julio a una emisora rusa el gobernador en funciones de la región de Zaporozhie, Evgueni Balitski.

Esta es una lista de algunos de esos casos:

El 18 de junio: en el saliente de Vremevski, situado en la frontera de la región de Zaporozhie y la república popular de Donetsk, personal del Cuerpo de Infantería de Marina de las FFAA de Ucrania se rindió a los infantes de la Armada de Rusia.

El 21 de junio: en la dirección de Krasni Limán, las tropas rusas destruyeron hasta 135 soldados ucranianos al día y detuvieron las actividades de tres grupos de sabotaje y reconocimiento enemigos, ocho soldados de las tropas ucranianas se rindieron, informaron desde el Ministerio de Defensa ruso.

El 18 de julio: un grupo de soldados ucranianos se rindió voluntariamente a las unidades de las Fuerzas Armadas rusas en la dirección de Zaporozhie, comunicó a Sputnik un comandante de la unidad rusa.

«Militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania se pusieron en contacto con nuestra unidad a través de la llamada frecuencia humanitaria —que figuraba en los panfletos que lanzamos sobre las posiciones enemigas— y expresaron su deseo de deponer voluntariamente las armas. Discutimos los detalles. Garantizamos su seguridad al cruzar la línea [del frente]», declaró el militar ruso.

El 24 de julio: tras 13 intentos fallidos de ganar posiciones en las direcciones de Svátovo y Krasni Limán, el Ejército ucraniano sufre importantes pérdidas y más de 40 efectivos deciden rendirse.

«En las direcciones de Svátovo y Krasni Limán, el enemigo realizó 13 intentos de recuperar las posiciones perdidas», declaró a Sputnik el portavoz de las Fuerzas Armadas rusas, Alexandr Savchúk. Agregó que «como resultado de las acciones coordinadas de las unidades rusas, con el apoyo de fuego de artillería y ataques aéreos, los grupos de asalto de la 25. ª Brigada Aerotransportada, así como la 21.ª y 67.ª y Brigadas Mecanizadas de las Fuerzas Armadas de Ucrania sufrieron pérdidas significativas en el personal».

El 8 de agosto: tres militares ucranianos cruzan el río Dniéper y se rinden al Ejército ruso en la orilla izquierda de la región de Jersón.

«El 8 de agosto, hacia las 23:00 horas [GMT+3], en la zona situada entre los asentamientos de Velikaya Lepetija y Zavódovka, tres militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania cruzaron el río hacia nuestro lado. Llevaban tres fusiles de asalto AK-74, 360 cartuchos de munición de calibre 5.45 mm para ellos, un lanzagranadas antitanque de mano y tres proyectiles para el mismo», informó a Sputnik el 10 de agosto una fuente militar familiarizada con el asunto.

Uno de los prisioneros de guerra ucranianos declaró posteriormente a Sputnik que él y sus dos compañeros decidieron rendirse debido a la mala actitud de los comandantes ucranianos hacia sus subordinados, la falta de entrenamiento para el combate y el hambre.

El 1 de septiembre: ocho soldados de la 30.ª Brigada de las Fuerzas Armadas Ucranianas se rindieron a las tropas rusas de la 200.ª Brigada del Distrito Militar Sur, tras un ataque infructuoso cerca de Artiómovsk en la región de Donetsk.

El 4 de septiembre: tres oficiales de reconocimiento ucranianos se rindieron voluntariamente en la región de Zaporozhie, informó el gobernador en funciones de la región, Evgueni Balitski. Antes de eso, el Ejército ucraniano perdió 140 soldados, seis tanques, una camioneta y cuatro drones en 24 horas.

El 10 de septiembre: cuatro paracaidistas rusos capturaron a 11 soldados ucranianos en la región de Zaporozhie, comunicaron desde el servicio de prensa de la 76.ª División de Asalto Aéreo de la Guardia de Pskov.

«Según los datos de inteligencia, los soldados de la defensa territorial ucraniana y otros soldados movilizados no quieren enfrentarse a una muerte segura», escribió el 10 de agosto en su cuenta de Telegram el gobernador de la región de Jersón, Vladímir Saldo, añadiendo que los ucranianos que se niegan a luchar son objeto de represiones por parte de sus comandantes y batallones neonazis.

«Hoy, un destacamento de barrera de neonazis locales y mercenarios extranjeros ejecutó a una unidad [ucraniana] que se negó a navegar en botes hacia la orilla izquierda [del río Dniéper]», explicó.

¿Por qué los ucranianos no temen rendirse?

Desde el Ministerio de Defensa ruso arrojaron luz sobre casos en los que los militares ucranianos han bombardeado y matado a sus propios compatriotas que decidieron deponer las armas. Así, el 5 de abril, 14 efectivos de la 53.ª Brigada Mecanizada de Ucrania se rindieron al Ejército ruso cerca de Avdéevka.

Para permitir que los combatientes ucranianos se marcharan sin peligro, las tropas rusas colocaron a los prisioneros de guerra ucranianos en un refugio seguro. Sin embargo, por la noche, la artillería ucraniana disparó 300 proyectiles de gran calibre contra el lugar donde se escondían los prisioneros, matándolos a todos.

A diferencia de los militares ucranianos, que en repetidas ocasiones han maltratado, torturado y mutilado a prisioneros de guerra rusos, los prisioneros ucranianos se sienten seguros recibiendo ayuda médica, alimentos y otro tipo de asistencia de la parte rusa.

El soldado ucraniano Vitali Ivaskevich declaró a los medios de comunicación rusos el 27 de julio que él y sus compañeros se habían rendido en combate. Una brigada de asalto rusa suspendió el fuego y llevó a Vitali y a su compañero herido a un lugar seguro. El soldado ucraniano recordó que los militares rusos les dieron agua y cigarrillos, y que su actitud hacia los prisioneros fue «ideal» y «humana».

El 12 de septiembre, el militar ucraniano capturado Evgueni Zinovik declaró a Sputnik que había sido abandonado en el campo de batalla por los militares ucranianos y que había permanecido tendido en el suelo debido a sus heridas durante cuatro días, hasta que le encontraron los oficiales de reconocimiento rusos.

«Encontraron una camilla y me sacaron del campo de batalla. Me dieron comida y me trajeron agua», cuenta Zinovik. Su herida era grave y confesó que se alegraba de haber sido capturado. Actualmente, está recibiendo tratamiento en un hospital de Donetsk. Agregó que los médicos le estaban tratando bien y que la herida ha cicatrizado por completo.

«Ya no quieren morir»

Cualquiera que observe este conflicto y analice los hechos desde el principio puede ver que tanto los recursos como la fe occidental en el esfuerzo ucraniano se han evaporado en gran medida, afirmó a Sputnik la teniente coronel retirada de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y antigua analista del Pentágono Karen Kwiatkowski.

«La Ucrania que queda ahora es débil en términos de número de personas, número de soldados potenciales, empobrecida excepto por aquellos conectados con la ayuda occidental y la oligarquía, y están listos para ser solo personas y reconstruir lo que queda», aclaró.

Subrayó que «la mayoría de los ucranianos han superado el largo conflicto contra Donbás, como ya han superado a Crimea como parte de Rusia».

«Este esfuerzo financiado por EEUU para usar a Kiev para golpear a Rusia durante una década ha terminado, para todos menos para los supernacionalistas ucranianos, y los nazis ucranianos, pero no quedan suficientes de ellos ni siquiera para controlar el país en este momento. Estas son las razones principales. Las tropas [ucranianas] se rinden en el campo de batalla porque ya no quieren morir, pasar hambre y no volver a ver su hogar», concluyó Kwiatkowski.

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