De “antidemocrática y excluyente” calificaron miembros del grupo autollamado “Jóvenes Opositores por la Democracia”, la actitud de las miembros del Consejo Político de la Unidad Nacional, Violeta Granera Padilla y Tamara Dávila Rivas, quienes el pasado 31 de julio intentaron boicotear la participación juvenil en una reunión de la mesa multilateral de la Coalición Nacional Opositora.
Granera Padilla, hija de un connotado somocista, y Dávila Rivas, hija de un traidor al FSLN ya fallecido, fueron tildadas además de “prepotentes”, y a juicio de los denunciantes demostraron con su proceder “que tanto en la Alianza Cívica como en la Unidad Nacional privan intereses personales por encima de los del pueblo de Nicaragua”.
Indicaron que Tamara Dávila Rivas recurrió incluso al chantaje y amenazó con denunciar públicamente su desacuerdo con lo que había acordado la mayoría.
“…y en una actitud alejada de los principios de esta instancia, intentó que, una vez hecha la votación, se hiciera en una fecha posterior una nueva votación, intentando con ello desconocer la voluntad planteada por la mayoría de los participantes”, señalaron en un pronunciamiento del cual obtuvimos copia en Nicaleaks.
“Los Jóvenes por la Democracia cuestionamos este tipo de actitudes, que en nada contribuyen al fortalecimiento de la Coalición Nacional Opositora y felicitamos la actitud del Secretario Ejecutivo de la Coalición, Juan Carlos Gutiérrez Soto por proclamar en virtud de la voluntad expresada por los presentes, la votación tal y como se acordó”.
Este es el pronunciamiento de los que se hacen llamar “Jóvenes por la Democracia”:
