El canciller dijo que la decisión de EE.UU. “sirve de pretexto para mantener las medidas coercitivas unilaterales que afectan el bienestar del pueblo venezolano”.
El Gobierno de Cuba manifestó este jueves su rechazo a la extensión de la política criminal de agresión por parte de Estados Unidos (EE.UU.) contra Venezuela.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, escribió en su cuenta oficial de Twitter: “Rechazamos la decisión de Estados Unidos de extender la orden ejecutiva que alega que Venezuela representa una amenaza para los EE.UU”.
Ese planteamiento, afirmó Rodríguez, “sirve de pretexto para mantener las medidas coercitivas unilaterales que afectan el bienestar del pueblo venezolano”.
Este jueves, las autoridades venezolanas expresaron también su condena a la política estadounidense de imponer medidas coercitivas unilaterales.
El canciller de la nación suramericana, Yván Gil, manifestó en un tuit: “Desde Venezuela rechazamos la extensión de la Orden Ejecutiva 13962 del 8 de marzo de 2015, firmada por el Presidente de los EE.UU.”.
El jefe de la diplomacia venezolana dijo que esa extensión “da continuidad a la criminal política de agresión en contra de nuestro pueblo a través de la imposición de Medidas Coercitivas Unilaterales”.
En un comunicado, el Gobierno de Caracas sostuvo que la extensión “de la política errática de la Casa Blanca, un gobierno que se jacta de defender los derechos humanos y los principios de la democracia, no hace sino revelar, una vez más, su carácter autoritario, cruel y mentiroso”.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro subrayó que conduce sus relaciones internacionales bajo los principios de solidaridad entre los pueblos y de la diplomacia de paz.
«La soberanía de Venezuela es inquebrantable. Ninguna agresión, por grande que sea, doblegará la voluntad democrática de su pueblo. Su gobierno constitucional, legítimo y revolucionario, espera que Estados Unidos desista de una vez por todas de esta absurda política llena de soberbia y condenada al fracaso, optando por una política civilizada donde imperen los principios de la diplomacia y el respeto mutuo», estableció el comunicado.