La decisión entra en vigor en plena crisis económica en la isla, con serios problemas de escasez de productos básicos y donde la moneda local sufrió una fuerte devaluación en los últimos meses.
Cuba suspendió de forma temporal los depósitos de dólares en efectivo en la isla para hacer frente al bloqueo impuesto por Estados Unidos sobre el país, que le generó pérdidas de 9.157 millones de dólares entre abril de 2019 y diciembre de 2020.
La gobernadora del Banco Central de Cuba, Marta Sabina Wilson González, indicó en una conferencia de prensa que la entidad tomó la medida ante el recrudecimiento de las sanciones impuestas por Washington. La decisión entra en vigor en plena crisis económica en el país caribeño, con serios problemas de escasez de productos básicos y donde la moneda local ha sufrido una fuerte devaluación en los últimos meses.
El anuncio, realizado el pasado 10 de junio, provocó en los días posteriores grandes colas de personas en los bancos para ingresar dólares. Las entidades bancarias permanecieron abiertas todo el fin de semana, incluyendo este domingo..
La suspensión temporal de dólares en Cuba disparó el precio de los euros tanto en la isla como en Miami, donde reside buena parte del exilio cubano, hasta una conversión de 90 pesos por cada euro.
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, enfatizó que los bloqueos de Estados Unidos a Cuba implican pérdidas mensuales de 436 millones de dólares, informó la agencia de noticias Europa Press.
El impacto del bloqueo
Según Rodríguez, las pérdidas totales ascienden hasta casi 150.000 millones de dólares desde que Estados Unidos impuso su embargo hace seis décadas.
Asimismo, indicó que la decisión del sistema bancario de detener temporalmente la aceptación de depósitos en dólares en efectivo es «una medida indispensable de protección de la economía, mientras existan los obstáculos que impone el bloque para utilizarlos en el exterior».
El director general del Ministerio de Exteriores de Cuba para Estados Unidos, Carlos Fernández de Cossío, aseveró que el embargo y las crecientes medidas se enfrascan en un intento de «deprimir nuestra economía, crear inestabilidad en las condiciones de vida de la población y atacar al sector financiero». «El colocarnos en la lista de países patrocinadores del terrorismo se traduce en un impacto práctico en el proceso de pagos y cobros en nuestra actividad comercial y financiera internacional. Cuba promulga una medida de legítima defensa», destacó.