La tercia entre la Vicepresidencia de la República y otras instituciones del Estado, fue una constante en el gobierno del presidente Arnoldo Alemán debido a que desde un inicio el Ing. Enrique Bolaños le echó el ojo al control de las Finanzas, algo que se le hizo muy difícil.
Bolaños llegó a “ponerle ojo” al titular de Hacienda, Esteban Duquestrada, que estuvo mal visto por el Banco Mundial y el FMI por el caso Enitel, y con quien según se rumoraba en altos círculos políticos y del Banco Mundial, tenía una “power struggle” o “lucha de poder”.
El Sistema Integrado de Gestión Financiera y Auditoría (Sigfa) y la Unidad de Coordinación del Programa de Reforma y Modernización del Sector Público (Ucresep), fueron la excusa de Bolaños para enviar una carta a Duquestrada con carácter de “Privado”, citándolo para airear los “cuechos” de alto nivel frente a un representante del Banco Mundial que visitaría el país.
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