Cumbre de los Pueblos cierra con solidaridad continental

La solidaridad con el expresidente Lula da Silva, Venezuela y Cuba destacaron en la declaración final. La Cumbre de los Pueblos culminó este sábado en Lima, capital de Perú. En su declaración final ratificó la lucha de los movimientos sociales contra el imperialismo, llamó a la defensa de la soberanía latinoamericana, así como a la lucha unitaria contra la arremetida neoliberal.

Manifestamos nuestra inquebrantable solidaridad con el compañero presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien enfrenta hoy a todo el aparato de la judicialización de la política y el odio de las élites brasileñas, por ser el referente de los oprimidos y excluidos».

«Exigimos por tanto el fin del criminal bloqueo económico, financiero y comercial de estados unidos contra cuba tal como lo exige en forma contundente la Asamblea General de Naciones Unidas, así como la devolución inmediata del territorio ilegalmente ocupado por la base militar estadounidense en Guantánamo», agrega.

De igual forma, reiteraron su solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela y condenaron «la agresión imperialista, la guerra económica y el acoso político» contra esa nación.

«Nuestro apoyo para el presidente Nicolás Maduro, exigimos el cese de las sanciones ilegítimas y unilaterales contra el pueblo bolivariano, rechazamos la pretensión de la intervención militar en Venezuela bajo el pretexto de ayuda humanitaria; exigimos la no injerencia en las próximas elecciones del 20 de mayo y el respeto a la soberanía y autodeterminación de nuestros pueblos», asevera.

Representantes de organizaciones sociales y populares de Perú, América Latina y el Caribe, nos hemos dado cita en Lima/Perú del 10 al 14 de abril del año 2018 para debatir sobre la realidad política, social y económica de nuestra América, para compartir nuestras luchas y resistencias, para fortalecer la solidaridad militante de nuestros pueblos y para fortalecer la unidad continental del movimiento social y popular de nuestra región.

Se volvieron a encontrar organizaciones sindicales que luchan por la defensa de los derechos laborales de la clase trabajadora, organizaciones gremiales, organizaciones feministas que luchan por la igualdad de género, organizaciones juveniles y estudiantiles que defienden los derechos de la juventud como actor protagónico, organizaciones campesinas que siguen peleando por el derecho a la tierra.

Así como organizaciones indígenas que resisten el embate del capitalismo salvaje, organizaciones ambientalistas que enfrentan al modelo depredador extractivista, organizaciones que reivindican y defienden los derechos de la diversidad sexual, organizaciones comunitarias que luchan por los derechos de la ciudadanía, plataformas regionales que se enfrentan a los proyectos neoliberales del libre comercio, organizaciones que luchan por la justicia fiscal, redes regionales de organizaciones de sociedad civil y decenas de colectivos y movimientos que se enfrentan día a día contra el poder político y económico del capital en sus diferentes expresiones.

Se volvieron a encontrar en un escenario de confrontación y lucha frontal en nuestra América, entre las fuerzas del neoconservadurismo de las élites entreguistas y las fuerzas sociales, populares, progresistas y de izquierda. Se vive una contraofensiva del poder imperial que trata de borrar los avances democráticos y de inclusión social y política que han promovido los gobiernos progresistas en esta última década y media.

En Perú se han dado cita en el marco de la VIII Cumbre de las Américas la expresión de esas fuerzas neoconservadoras que tratan de recuperar hegemonía, cumbre ilegítima que no es la expresión de la ciudadanía latinoamericana y caribeña.

Vienen a hablar de gobernabilidad y corrupción en un país en el que todos los presidentes peruanos de los últimos 30 años tienen cuentas pendientes con la justicia por crímenes cometidos desde el poder. Quieren continuar con sus políticas corruptas ahora impulsando las Asociaciones Público-Privadas para seguir sus negociados oscuros.

Ante ese escenario las organizaciones populares del Perú, aglutinadas en el Comando Nacional Unitario de Lucha (CNUL) y la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) convocaron al movimiento social y popular de nuestra América a encontrarnos en el marco de la Cumbre de los Pueblos, a fin de avanzar en la articulación social para enfrentar al modelo neoliberal en el continente.

La Cumbre de los Pueblos ha sido el marco ideal para dar importantes debates, intercambiar experiencias, fortalecer la solidaridad de nuestras luchas y principalmente mantener el espíritu de resistencia y combate contra el capitalismo.

Los aires neoliberales vuelven a soplar fuerte en el continente, las políticas para avanzar en la precarización y desregulación del empleo se generalizan, avanzan en desmantelar los regímenes públicos de pensiones, promueven políticas de austeridad dirigidas a desmantelar programas de protección social, se reaniman las negociaciones para nuevos Tratados de Libre Comercio (TLCs).

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