Como todos seguramente recuerdan, existe una película que se denominó Cumbres Borrascosas. En estos momentos el nombre de dicha película nos viene a la mente, vinculándolo a la reunión que se debe llevar a cabo en Panamá entre los días 10 y 11 de abril, que promete ser una Cumbre Borrascosa.
Desde que la Cumbre comenzó a organizarse, el problema de la asistencia de Cuba tuvo su repercusión en la misma. Un buen número de países plantearon que si Cuba no era invitada ellos no asistirían. Estados Unidos había planteado, como en otras ocasiones, que Cuba no debía estar presente, sin embargo, finalmente accedieron a que se invitara, debido a la presión ejercida por los países latinoamericanos.
En relación con Cuba, Estados Unidos inició un proceso para el restablecimiento de relaciones diplomáticas, con el propósito de tener establecidas las mismas y abiertas las correspondientes Embajadas antes del inicio de la Cumbre, lo cual, por el curso de los acontecimientos, al parecer será una meta difícil de cumplir.
El gobierno de Washington, hasta el momento, no ha podido solucionar dos de los principales requisitos exigidos por Cuba para que esto pueda llevarse a cabo, aunque, quizás sorprendan y actúen con tal rapidez que los resuelvan antes de la Cumbre. Estados Unidos considera que una Cuba, con la cual se han restablecido relaciones diplomáticas, deberá ser menos crítica y agresiva contra las posiciones estadounidenses. Tengo el criterio, de que también en eso están equivocados, y que la situación de las relaciones entre los dos países, no cambiará mucho lo que Cuba expondrá en dicha reunión.
La situación con Venezuela no augura mucha tranquilidad durante la Cumbre. La insólita posición de Estados Unidos, declarando a la hermana república “un peligro para su Seguridad Nacional”, ha tenido una fuerte oposición, tanto en la propia Venezuela como en la mayoría de los países del continente. La acción estadounidense ha sido respondida con toda la fuerza necesaria por parte del gobierno de Maduro, que además, ha recogido millones de firmas, las cuales anunció entregaría al Premio Nobel de la Paz durante el transcurso de la magna reunión.
¿Cuál será la actitud de Obama al encontrarse con el representante de un gobierno que calificó como “un peligro para la Seguridad Nacional de Estados Unidos”? ¿Le extenderá la mano para saludarlo? ¿Recibirá Obama los documentos que contienen millones de firmas apoyando a Venezuela?
Quizás en los cálculos de Obama estaba que la cumbre se realizaría después del éxito del golpe de estado, por lo que no sería Maduro el representante de Venezuela. El golpe de estado sucumbió, Maduro estará en la cumbre, y estamos seguros que su discurso, expondrá claramente la determinación del pueblo de Venezuela de luchar, hasta las últimas consecuencias, por su independencia y soberanía, palabras no gratas a los oídos estadounidenses.
Considero que los discursos de otros países, no solamente se referirán a la situación venezolana y el apoyo al gobierno de Maduro, sino que además, mencionarán las acciones que Estados Unidos ha desarrollado contra los mismos.
Correa había anunciado que no era seguro si asistiría a la Cumbre, esto lo dijo partiendo de la acción estadounidense contra Venezuela, la cual consideró de inaceptable. Sin embargo, es posible que aproveche la oportunidad para poder decirle a Obama, en su propia cara, lo que piensa de la política que está siguiendo y los sentimientos del pueblo ecuatoriano y de América Latina sobre la misma.
Evo Morales y Daniel Ortega, que desde el principio se sumaron al fuerte movimiento de apoyo a Venezuela y que mantienen una política independiente y defensora de los intereses de sus naciones, seguramente tendrán bastante que decir en la Cumbre y no precisamente halagos hacia Estados Unidos.
Dilma y Cristina, han estado sufriendo las maniobras de Estados Unidos en contra de su persona, su gobierno y el país que representan. Pudiera decirse que en los últimos meses los estadounidenses han estado trabajando fuerte para librarse de ellas, quizás por el criterio equivocado, que representan el punto más débil entre los que se oponen a sus designios. Estoy completamente seguro, que los discursos de estas presidentas van a ser cruciales en el desarrollo de la Cumbre.
En la Cumbre de Panamá, Obama sufrirá las borrascas promovidas por la política hegemónica, imperial, prepotente y agresiva, que Estados Unidos ha continuado desarrollando contra Nuestra América.
Recuerden que, el que siembra vientos, recoge tempestades.
Fuente: http://www.contrainjerencia.com/