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Estados Unidos debe cesar con su política exterior intervencionista, la cual solo ha fomentado la desestabilización mundial, argumenta una columna de opinión publicada por el portal de noticias “The Hill”.
El texto del columnista Benjamin Anayian destaca que Estados Unidos cuenta con 750 bases militares en 80 países y que además está sumamente involucrado con los conflictos que se desarrollan en Europa del Este y Oriente Medio.
«Nuestra política exterior intervencionista no ha sido históricamente una fuerza estabilizadora en todo el mundo, sino que a menudo ha servido como una bola de demolición desestabilizadora que ha provocado daños en el extranjero y en el país», señala Anayian.
También hace referencia al reciente anuncio del presidente Joe Biden de apoyar las intenciones de Ucrania de usar armamento occidental en territorio ruso, lo cual consideró que puede agudizar la crisis en la región.
Otro ejemplo que Anayian presenta es la canalización de dinero que hizo el gobierno de EEUU a finales de los años 70 y 80 a rebeldes afganos, incluyendo extremistas, con el objetivo de combatir a la Unión Soviética. Dicha situación fomentó la creación del grupo Al Qaeda.
«Después del 11 de septiembre, Estados Unidos gastó más de ocho billones de dólares de los contribuyentes en guerras en Oriente Medio; perdió miles de tropas y mató a cientos de miles de civiles, y violó los derechos de la Cuarta Enmienda de los estadounidenses al espiar sus comunicaciones electrónicas. Es sorprendente que algunos todavía quieren que Estados Unidos siga inmiscuyéndose en Oriente Medio», ahonda Anayian.
El columnista incluso destaca que EEUU jugó un papel clave en el conflicto que actualmente se desarrolla en Ucrania con, por ejemplo, la insistencia en su inclusión en la OTAN. De acuerdo con Jens Stoltenberg, secretario general de la alianza, en 2021 Rusia envió un acuerdo en el que desistió de los intentos de incluir a Ucrania, mismo que fue desechado.
“En lugar de seguir enviando miles de millones más a Ucrania y ayudarlos a atacar dentro del territorio ruso, Estados Unidos debería reconsiderar por completo su participación en Europa del Este. Sin la intromisión estadounidense, la guerra actual (y toda la muerte y destrucción que ha traído) probablemente nunca habría ocurrido”, concluye.