Las marcas que se encontraron en esa pieza del avión indicarían que la aeronave se estrelló de manera deliberada sobre la superficie del océano Índico.
Según una información del diario británico The Sun, el ingeniero Richard Godfrey y el cazador de restos norteamericano Blaine Gibson encontraron una pieza clave del avión MH370 de Malaysia Airlines que desapareció misteriosamente el 8 de marzo de 2014, mientras volaba desde Kuala Lumpur (Malasia) hacia Beijing (China) con 239 personas a bordo.
Según estos expertos, las marcas que se observan en lo que parece ser parte del tren de aterrizaje de la aeronave deja la puerta abierta a una siniestra hipótesis: que el Boeing 777 habría sido estrellado intencionalmente.
Cabe destacar que Gibson, abogado de profesión, tiene un historial más que oscuro en relación al vuelo desaparecido: su amigo Zahid Raza fue asesinado a tiros en la capital de Madagascar, cuando trasladaba restos del avión de Malaysia Airlines. Según su compañero Blaine, hay una conexión entre el asesinato y la desaparición de la aeronave.
Las marcas que se encontraron en esa pieza del avión indicarían que la nave se estrelló de manera deliberada sobre la superficie del océano Índico.
“La combinación del impacto de alta velocidad para romper la aeronave y la extensión del tren de aterrizaje para hundir la aeronave lo más rápido posible muestran una clara intención de ocultar la evidencia del accidente”, explicaron ambos a The Sun.
“La posibilidad realista de que se bajó el tren de aterrizaje muestra tanto un piloto activo como un intento de asegurarse de que el avión se hundiera lo más rápido posible después del impacto”, afirmaron.
Un piloto «activo hasta el final del vuelo»
Según las conclusiones de Godfrey y Gibson, los daños que presenta la puerta del tren de aterrizaje fueron causados por uno de los dos motores del avión que se desintegraron en el impacto, lo que sugiere que las ruedas estaban fuera al momento de tocar el agua.
Según sus análisis, los cortes de cuatro pulgadas que se ven en la puerta habrían sido provocados por las paletas dañadas del compresor del motor del Boeing 777.
“Cualquiera sea la causa de los daños, el hecho de que las marcas fueron desde el lado interior hacia el lado exterior de los escombros lleva a la conclusión de que es muy probable que el tren de aterrizaje se haya extendido antes del impacto, lo que a su vez respalda la conclusión de que hubo un piloto activo hasta el final del vuelo”, explicaron.
Por los daños que observaron, los expertos apuntaron a que “el final del vuelo fue en una picada de alta velocidad planeada para asegurarse que la aeronave se rompiera en tantos pedazos como sea posible.”
Según señalaron estos expertos, ésta sería la primera evidencia física «que indica una posible intención criminal detrás de la desaparición del MH370″.