Desproporcionada presencia militar gringa en Asia

En 2009 el presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció públicamente que si se solucionaba el problema nuclear iraní no sería necesaria una defensa antimisiles en Europa; pero parece que no dijo la verdad, ha afirmado el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista al canal Channel News Asia.

 Asimismo, añadió que la presencia militar de EE.UU. en Asia y su reciente retirada unilateral del Tratado de Defensa Antimisiles provoca una nueva carrera armamentista que desestabiliza la región.

EE.UU. está implicado en una gran escalada militar en Asia que se desarrolla, entre otros, bajo el pretexto de luchar contra la amenaza que supone Corea del Norte. «No obstante, la escala de esta presencia militar va mucho más allá de la necesidad de neutralizar, es desproporcionadamente grande», ha señalado el ministro de Relaciones Exteriores ruso.

«EE.UU. también está construyendo una defensa antimisiles en cooperación con Japón y Corea del Sur, lo que no ayuda en absoluto [a garantizar la paz en Asia]», ha añadido el canciller ruso.

«Y el hecho de que Washington se retirara recientemente del Tratado de Defensa Antimisiles fue un factor desestabilizador de importancia mundial, ya que provoca una nueva carrera armamentista que nos tienta con la lógica de la destrucción mutua, ya que está relacionado con la estabilidad estratégica», ha concluido el ministro de Exteriores ruso.

En cambio, «Rusia no quiere ninguna carrera armamentista ni participa en la carrera armamentista», ha asegurado Lavrov. «Tenemos suficientes medios tecnológicos para proporcionar una respuesta no muy cara a los esfuerzos de construir la defensa antimisiles, especialmente ahora que el problema nuclear de Irán se ha resuelto.

El presidente Obama dijo públicamente en 2009 que si el problema nuclear iraní se solucionaba no sería necesaria una defensa antimisiles en Europa. Parece que no estaba diciendo la verdad», ha concluido el canciller durante la entrevista concedida en el marco de su visita a la capital malasia, Kuala Lumpur, donde estos días se celebra la reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.

Asimismo, el canciller ruso ha destacado durante la entrevista, que la investigación del accidente del Boeing 777 malasio sobre Ucrania, ocurrido el 17 de julio de 2014, ha demostrado no ser independiente, integral ni verdaderamente internacional, en contra de lo dispuesto en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

«En lugar de actuar bajo el control de la Organización de Aviación Civil Internacional —tal como está previsto por el Convenio de Chicago— Ucrania, Bélgica, Australia y los Países Bajos firmaron entre sí acuerdos bilaterales cuyo contenido total se desconoce hasta el momento. [Estos países] organizaron el pasado agosto un equipo conjunto de investigación. Es extraño que Malasia fuera invitada a unirse al grupo solo en diciembre de 2014», ha indicado Lavrov.

 

 

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