Diakonia entregó al CENIDH US$ 70,000 siete días después de iniciado el golpe

Marcos Carmona, de la CPDH y Vilma Núñez, del CENIDH, con el embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin Sullivan.

No sabemos si la señora Vilma Núñez de Escorcia tiene más dinero que odio al sandinismo, pero podemos aventurarnos a pensar que los atesora en proporciones similares. Es de las personas que más ha acumulado ganancias económicas con su resentimiento hacia la dirigencia del FSLN, en particular en contra del actual presidente Daniel Ortega.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), es su gallinita de los huevos de oro, mismo que ha hecho funcionar en total sincronía con los medios de comunicación de la oligarquía, sobre todo tras el retorno del sandinismo al poder en 2007.

Cuando hace algunos años fueron despedidos todos los viejos trabajadores de EL NUEVO DIARIO, ella de inmediato tomó partido a favor de la patronal, pagando incluso costosos anuncios y alentando campañas de recolecta de fondos para favorecer a los que al final se embolsaron varios millones de dólares con la venta del rotativo. Es esa su forma de entender los “derechos humanos”.

No conocemos de ninguna acción del FSLN, a partir de 2007 a la fecha, que le haya parecido buena o al menos regular a esta dictadora del CENIDH, que ha logrado imponer su voluntad en la ONG que dirige gracias a su personalidad avasalladora.

Y esta doña del CENIDH fue una de las que recibió miles y miles de dólares en cuanto empezó el intento de golpe de Estado el 18 de abril de 2018.

Entre 2016 y 2018, el organismo sueco Diakonia entregó a Vilma Núñez de Escorcia y su CENIDH, 1,175,000 coronas suecas cada año, equivalentes a 124,638.12 dólares anuales, para un total de 498,552 dólares.

La señora Núñez trianguló esos fondos al proyecto sobre modalidad de “Consorcio de Derechos Humanos”, a las organizaciones Centro por la Justicia y los Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua, Centro Ambientalista Alexander von Humboldt y la Coordinadora de Pueblos Indígenas Chorotegas.

Ese dinero lo utilizaron para movilizaciones y plantones de las comunidades indígenas de la Costa Caribe por la situación de la Reserva Indio-Maíz y las acciones gubernamentales; asesoramiento a gestiones municipales de los pueblos indígenas y afrodescendientes de la zona norte del país; presentaciones y pronunciamientos contra el Estado de Nicaragua por el presunto impacto socio ambiental del Canal Interoceánico, la Palma Africana; actividad extractiva-minería y la Reserva Indio-Maíz.

El 24 de abril de 2018, cuando ya los golpistas habían asesinado a varios nicaragüenses, en particular militantes sandinistas y agentes de la Policía Nacional, Diakonia se apresuró a entregar al CENIDH, entidad que estaba involucrada hasta las narices en la ola de violencia, 69,745.75 dólares como primer desembolso del proyecto mampara “Fortaleciendo Capacidades de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Nicaragua para la Defensa de sus Derechos”.

Este es un resumen de algunos de los documentos en poder de Nicaleaks:

 

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