Venezuela se enfrenta una «guerra no convencional», denunció esta semana el presidente Maduro.
La intervención militar en Venezuela sigue siendo «una opción muy seria» sobre la mesa del Gobierno de EE.UU., que busca la salida del poder del presidente, Nicolás Maduro, dijo un funcionario estadounidense de alto nivel, en condición de anonimato, al portal ‘The Washington Examiner’.
«Ese es un resultado que a nadie le gustaría ver, pero, claramente, se considera seriamentea medida que los eventos se desarrollan», señaló el funcionario.
Desde que el pasado 23 de enero el diputado venezolano Juan Guaidó se autoproclamó «presidente encargado» del país latinoamericano, funcionarios estadounidenses, incluido al presidente, Donald Trump, han declarado en varias ocasiones, después de reconocerlo, que «todas las opciones están sobre la mesa» para poner fin al mandato de Maduro.
El pasado 22 de marzo, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, señaló que Washington podría emplear la fuerza militar para proteger «de la violencia y la intimidación» a los cerca de 50.000 estadounidenses que se encuentran en Venezuela.
«El presidente Trump ha sido claro en este punto en varias ocasiones cuando dice que todas las opciones están sobre la mesa. Creo que la gente necesita entenderlo y creer en eso, es muy serio al respecto», comentó.
«Colectivos terroristas»
El discurso contra el Gobierno de Venezuela ha subido de tono esta semana, cuando el senador estadounidense Marco Rubio pidió en una carta dirigida al Departamento de Estado y al Tesoro de su país que incluyan a la Administración de Maduro en la lista de ‘Organizaciones Terroristas Extranjeras’, lo que en EE.UU. se conoce como la ‘Foreign Terrorist Organizations’ (FTO).
Rubio, quien abiertamente se ha pronunciado a favor del cambio de Gobierno en Venezuela, ha solicitado que también se incluya a «las pandillas ‘colectivas’ armadas», conocidas en el país suramericano como «colectivos» y que, según él, controla la Administración de Maduro.
La inclusión de Venezuela en la FTO, donde figuran otros países como Irán, Corea del Norte, Sudán o Siria, acarrearía más sanciones contra el país caribeño.
En la línea de Rubio, el alto funcionario estadounidense que se expresó bajo condición de anonimato también hizo referencia a estos grupos. «Esperamos que los militares cumplan con su deber constitucional de proteger al pueblo venezolano de estos grupos terroristas ilegales conocidos como los colectivos de los que Maduro depende cada vez más», afirmó.
Pese a los esfuerzos de los funcionarios estadounidenses a la hora de presionar a los militares venezolanos para que respondan a las órdenes de Guaidó, los uniformados se han mantenido leales al Gobierno constitucional de Maduro.
Presencia rusa
EE.UU. también se ha mostrado alarmado por la presencia de especialistas rusos en territorio venezolano.
El presidente Trump dijo a finales de marzo, durante una reunión con Fabiana Rosales, esposa de Guaidó en la Casa Blanca, que los militares rusos deben abandonar Venezuelay señaló que «todas las opciones» están abiertas para que eso suceda.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia informó que los especialistas rusos se encuentran en Venezuela en conformidad con el tratado existente de colaboración técnica-militar entre ambas naciones, que fue firmado en 2001.
«Hemos explicado qué hacen nuestros militares en Venezuela«, mencionó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, añadiendo que «con una base legítima y jurídica prestan asistencia al equipamiento» que Rusia suministró «de conformidad con un tratado intergubernamental ratificado por el Parlamento venezolano».
«Guerra no convencional» y más sanciones
Por ahora, Venezuela no afronta una intervención militar extranjera, sino una «guerra no convencional», dijo esta semana el presidente Maduro.
El pasado miércoles el mandatario puso en «situación de alerta» a todas las unidades militares del país para hacer frente a los «planes criminales» que, según denunció, preparan factores de la extrema derecha nacional, como parte de esa guerra, apoyados por EE.UU.
«Sé de los planes [de la oposición] para atacar unidades militares. Máxima inteligencia y contrainteligencia. Se lo digo al pueblo», enfatizó Maduro.
Como parte de esa guerra no convencional, mencionó los apagones masivos que interrumpieron en marzo las actividades laborales y estudiantiles, y afectaron al normal funcionamiento de los servicios de telefonía, internet, agua y transporte colectivo en casi toda Venezuela. El Gobierno venezolano denunció que la interrupción de ese servicio se debió a ataques cibernéticos y electromagnéticos, además de físicos, impulsados por EE.UU.
Mientras la «guerra no convencional» sigue su curso, EE.UU. impone más sanciones a Venezuela. Este viernes, el Departamento del Tesoro estableció sanciones contra las empresas Ballito Bay Shipping y ProPer In Management —con sede en Monrovia (Liberia) y El Pireo (Grecia), respectivamente— por sus vínculos con el sector petrolero de Venezuela y el transporte de crudo de ese país a Cuba en el buque Despina Andrianna.
Washington también tomó medidas contra 34 embarcaciones en las que estima «tiene interés» la petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).
Estas medidas se suman a las ya impuestas a primeros de año contra PDVSA y a la entrega a Guaidó de los activos del Estado venezolano que se encuentran en bancos estadounidenses.