“EEUU el destructor, pero obstaculizado por los resistentes nicaragüenses”

*Mensaje de Brian Willson, Héroe de la Solidaridad Norteamericana con Nicaragua: “Hay pocas razones para creer que la psicosis colectiva de la cultura estadounidense pueda siquiera comprender una sociedad revolucionaria comprometida con la justicia como la nicaragüense”.

Crecí en un pueblo del centro de Nueva York que fue completamente destruido junto con todos los demás pueblos iroqueses bajo las órdenes del general George Washington a partir de 1779. Los iroqueses describieron a Washington como el Destructor de Pueblos.

La primera expedición militar de los Estados Unidos en Nicaragua fue en 1853-54, cuando el presidente Pierce ordenó la destrucción total del pueblo de Greytown (San Juan del Norte), cuando la gente del pueblo se negó a cumplir con la orden de Cornelius Vanderbilt de obedecer sus necesidades para construir una ruta de tránsito a través de Nicaragua.

Los marines de los Estados Unidos bombardearon el pueblo durante 4 horas y luego los marines desembarcaron y quemaron lo que quedaba. Esto, una vez más, estableció el desprecio de los colonialistas blancos por la autonomía local, mientras asesinaron a los que se resistieron.

En Vietnam, donde estuve presente en 1969, cuando todo estaba dicho y hecho al final de la guerra estadounidense, 6.000.000 de campesinos habían sido asesinados con 13,000 de sus 21,000 aldeas destruidas por los bombardeos y las acciones terrestres, a pesar de que ningún vietnamita amenazó nunca a los Estados Unidos. Las masacres se producían con tanta regularidad, día y noche, que se normalizaron, considerándose actividades rutinarias.

Hoy, Estados Unidos continúa con su política destructiva, ya que nunca ha aprendido la diplomacia. Sólo conoce la fuerza bruta o la amenaza, o políticas como las sanciones que hacen sufrir al pueblo.

El excepcionalismo del hombre blanco es tan profundamente histórico, que está arraigado en la psique estadounidense. No piensan en alternativas a menos que se enfrenten a un oponente nuclear.

Hay pocas razones para creer que la psicosis colectiva de la cultura estadounidense pueda siquiera comprender una sociedad revolucionaria comprometida con la justicia como la nicaragüense. La resistencia de Nicaragua es un ejemplo internacional para las luchas globales contra el imperialismo estadounidense. Y su persistencia pone en jaque a los responsables políticos estadounidenses.

Las características históricas de EEUU pueden describirse así: torcido y cruel; destructor y engañador; salvaje y sádico; y violento y vengativo. Felicidades a Nicaragua por desafiar este horrible ADN cultural de EEUU, y por ser un ejemplo para el mundo”.

 

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