El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, relanzó su figura a nivel internacional en el 2022 con una exitosa gira euroasiática y una charla con el presidente francés Emmanuel Macron. Además, el año trajo el regreso de Chevron a Venezuela y la caída en desgracia del opositor Juan Guaidó.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tiene razones para considerar que el 2022 fue un año positivo para su país y su Gobierno. Es que Venezuela no solo consolidó un nada despreciable crecimiento económico del 12%, sino que el mandatario recuperó su relevancia a nivel internacional.
En efecto, varios episodios pueden considerarse positivos para Maduro: desde una exitosa gira euroasiática y una destacada participación en la conferencia climática COP27, hasta el regreso de las operaciones de Chevron en suelo venezolano y la caída en desgracia definitiva del opositor Juan Guaidó.
La exitosa gira euroasiática
En junio de 2022, y después de tres años sin una gira oficial, Maduro inició un recorrido que lo llevó por Turquía, Irán, Argelia, Kuwait, Catar y Azerbaiyán. El viaje de Maduro, que se extendió entre el 7 y el 18 de junio, fue calificado como un «éxito total» por el mandatario, que destacó la gran cantidad de acuerdos comerciales y de inversión que logró suscribir.
La gira tuvo puntos altos como la firma de acuerdos comerciales con Turquía y acercamiento de empresarios turcos a Venezuela para que inviertan en sectores como el turismo, la minería, la industria o el sector energético, entre otros. La gira también facilitó importantes acuerdos en agricultura con Argelia y compromisos de inversiones con empresarios cataríes. La visita permitió además avanzar en la apertura de vuelos directos Caracas-Doha o Caracas-Argel.
Entrevistado antes de regresar del viaje, Maduro aseguró que la gira había sido un «éxito total» y explicó que su intención de estrechar los lazos con países euroasiáticos responde a que «se inicia una nueva etapa en la humanidad». «Hemos venido a compartir nuestras ideas, nuestra visión de la geopolítica mundial, con líderes fundamentales de toda esta importante región del mundo», complementó.
La COP27 y el encuentro con Macron
La gira no fue la única salida destacada del país para Maduro. En noviembre viajó a Egipto para participar de la 27° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP27.
En el evento, Maduro señaló «el desequilibrio causado por las principales economías capitalistas del mundo que continúan contaminando el planeta en beneficio de unos pocos».
De todos modos, uno de los momentos más destacados de la estadía de Maduro en la conferencia fue cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, abordó al presidente venezolano para pedirle «hablar un poco más» y comenzar un trabajo bilateral.
El gesto del mandatario francés fue interpretado como una demostración del reconocimiento recuperado por Maduro en el concierto internacional, ya que Macron había sido uno de los mandatarios que en 2019 apoyó al opositor Juan Guaidó en su intento por autoproclamarse «presidente encargado» de Venezuela.
La normalización de relaciones con Honduras, Colombia y Brasil
El 2022 también marcó otro triunfo diplomático para Maduro: durante el año el país avanzó para normalizar sus relaciones con países de la región que en los últimos años habían interrumpido sus vínculos por diferencias políticas con el Gobierno venezolano.
El primero fue Honduras, que con la asunción de Xiomara Castro como presidente resolvió retomar las relaciones con Caracas. Ambos gobiernos designaron embajadores y reactivaron sus vínculos, interrumpidos luego de que el país centroamericano reconociera a Guaidó en 2019.
Más impacto aún tuvo la normalización de relaciones con Colombia, país vecino a Venezuela. La victoria electoral de Gustavo Petro en junio permitió que el Gobierno colombiano decidiera retomar los vínculos tras tres años de vínculos interrumpidos por las diferencias entre ambos gobiernos. El acercamiento no solo permitió el intercambio de embajadores sino la reapertura de una frontera con una actividad económica millonaria.
Para completar el año, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, restablecerá las relaciones entre Brasilia y Caracas, según confirmó el próximo canciller brasileño Mauro Vieira. El vínculo con Caracas había sido interrumpido por el presidente saliente, Jair Bolsonaro, que dio su apoyo a Guaidó.
El regreso de Chevron
Maduro también puede celebrar que en 2022 EEUU debió flexibilizar su hostilidad hacia Venezuela, al menos en el campo energético. Es que el conflicto en Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente a Rusia llevaron a EEUU a volver a interesarse por el mercado venezolano.
Así es que en noviembre Washington habilitó a la petrolera Chevron a volver a operar en Venezuela, flexibilizando las sanciones unilaterales que el país norteamericano había impuesto contra Maduro.
El cambio de postura estadounidense permitió firmar en diciembre un acuerdo entre Caracas y Chevron para retomar la producción de petróleo en asociación con el Gobierno venezolano.
El fin del Grupo de Lima
El Grupo de Lima, conformado por varios gobiernos americanos con la intención de apoyar a Juan Guaidó y desestabilizar la gestión de Maduro, tuvo su auge en 2019 con el liderazgo de presidentes como Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile, Martín Vizcarra en Perú e Iván Duque en Colombia, entre otros.
Sin embargo, la alianza de gobernantes de derecha fue perdiendo peso hasta casi desaparecer desde 2021, producto de que sucesivos procesos electorales dieron la espalda a los fundadores del grupo y sus delfines políticos. La plataforma terminó de debilitarse en 2022 con la victoria de Petro en Colombia y la de Lula en Brasil, así como el avance de gobiernos progresistas que no tenían la confrontación a Maduro entre sus prioridades.
La caída de Juan Guaidó
En consonancia con una menor presión contra Maduro en el concierto internacional, el 2022 terminó de marcar la caída en desgracia de Guaidó, que no paró de perder respaldos en América Latina, Europa, EEUU e incluso dentro mismo de la oposición venezolana.
Mientras la Unión Europea ya venía demostrando su desinterés por Guaidó, el 2022 dejó demostró que las dudas hacia su figura crecen en Washington. En octubre, medios estadounidenses aseguraron que la Casa Blanca ya preveía dejar de reconocer al opositor venezolano como «presidente encargado» a partir de 2023.
Por si fuera poco, las dudas sobre Guaidó se intensificaron dentro de Venezuela. Tres de los cuatro partidos que apoyaron al opositor venezolano en su incursión contra Maduro resolvieron durante 2022 que no votarían a favor de extender su «mandato» más allá de enero de 2023.
A pesar de sus intentos por asegurar su continuidad, Guaidó no logró cambiar esa tendencia y su figura pierde peso entre los opositores venezolanos, que incluso accedieron a reiniciar diálogos con el Gobierno de Maduro.