“Sacar a Nicaragua adelante”, fue el objetivo de varias reuniones que sostuvo el presidente Daniel Ortega con empresarios privados agrupados en diferentes organizaciones, y con representantes del denominado “gran capital”, entre ellos Carlos Pellas y Piero Coen. El año pasado, los capitalistas demostraron que todo lo que dijeron fue “del labio al diente”.
En uno de esos encuentros realizados en el Incae, el señor Carlos Pellas intentó congraciarse con el comandante sandinista y actual mandatario, ofreciéndole como obsequio el que denominó “el primer automóvil llegado a Nicaragua movido por etanol”, un combustible obtenido a partir de la fermentación del azúcar.
El presidente Ortega sonrió y agradeció el gesto del multimillonario empresario del ron y el azúcar, sin embargo le aclaró que no podía aceptar aquél regalo.
Pellas insistió en que se llevara el costoso vehículo para su casa, no obstante, Ortega se mantuvo en sus trece y declinó recibir el inusitado regalo que el hombre de negocios había ordenado llevar hasta el parqueo del Incae.
Entre los que observaban la escena, expectantes y sonrientes, se encontraban Luci Valente y José Adán Aguerri, ambos promotores junto a Carlos Pellas y la mayoría de empresarios presentes en el Incae, de un sangriento intento de golpe de Estado en 2018 que el MRS venía fraguando junto a varias ONG desde hacía algunos años, gracias al financiamiento y dirección del gobierno norteamericano.
“Aunque sea manéjelo y dígame cómo lo siente”, volvió a exhortar Pellas. El mandatario accedió a esta última petición y tras un corto recorrido en los terrenos del Incae, dictaminó que olía mucho a etanol, caracterizando así el fuerte olor a melaza del combustible que utilizaba el carro que el empresario intentó regalarle.
El presidente Daniel Ortega intentó poner fin al capítulo del automóvil que usa etanol, dando las gracias a Carlos Pellas por el gesto de querer darle un vehículo.
Pero Pellas no se rindió y le pidió que se lo llevara aunque fuera un fin de semana, lo que tampoco fue aceptado por el jefe de Estado nicaragüense, que volvió a darle las gracias.
¿De qué se habló en ese encuentro en el Incae? Nos limitaremos a lo que dijo el “desprendido” de Carlos Pellas. Retomó las palabras de un anterior discursante y planteó “que verdaderamente hay que buscar cómo trabajamos todos con todos, para todos».
“Y creo que esta es la esencia de esta reunión, y lo que dijo el presidente Ortega, creo que es fundamental para tratar de sacar a Nicaragua adelante. Lógicamente, tenemos nuestras diferencias, esa es una realidad; pero tenemos muchos más aspectos en los que coincidimos, que áreas en las que disentimos y lo hemos visto en estos años, que como bien mencionó el Presidente, ante una crisis internacional ¡nunca jamás vista en la historia! logramos los nicaragüenses llegar a un Acuerdo, que nos permitió mantenernos dentro del Programa del Fondo Monetario, nos permitió crecer la economía, cuando la mayor parte de las economías del mundo, decrecieron.
“Nos permitió llegar a una estabilidad macroeconómica, nos permitió mantener la inflación bajo control. Verdaderamente, eso solamente se pudo lograr debido a este entendimiento entre las tres partes, los tres motores de la economía, sector privado, el Gobierno y los trabajadores.
“Así es que yo me sumo a las palabras del presidente Saca de que, verdaderamente, este es un esfuerzo muy importante para un país como Nicaragua. Entre más pobres somos las naciones, más unidos tenemos que trabajar para combatir esa pobreza, que es tan difícil vencerla.
“Así es que, por parte de nuestro grupo, desafortunadamente tenemos que partir, tenemos ya la misa de aniversario de mis padres, pero ese es el mensaje, yo secundo complemente las palabras del Cardenal, del presidente Saca y del presidente Ortega… trabajemos juntos”.
Este encuentro en el Incae ocurrió hace pocos años y pese a que los deseos del presidente Ortega, de Aguerri, Pellas, el cardenal Obando, de Saca y de todos los presentes se habían sobrecumplido, algunos años después los empresarios se conjuraron con el MRS –al que algunos se han afiliado-, y con la Iglesia Católica para destruir de manera cruenta gran parte de lo que se había construido con la unidad tripartita.