Gerardo Sánchez intentó sacarle dinero a hija y hermana, respectivamente, de coroneles de la extinta Guardia Nacional, quien por poco cae en la trampa debido al odio que alberga contra los “sandino-comunistas».
Nuevos correos han llegado a nuestro poder en torno a las andanzas del estafador Gerardo Sánchez Montalbán, alias “Roberto Palacios”, quien logró reclutar a varios periodistas nicaragüenses para que le ayudaran a difundir mensajes sobre presuntos combates en las montañas nicaragüenses.
Sánchez, junto a otros estafadores de origen nicaragüense que viven en Costa Rica, creó una página web a la que puso Coordinadora Guerrillera Nicaragüense (CGR) y desde ahí contactó a gente enemiga del actual gobierno a la que intentó sacar dinero a toda costa o al menos utilizarla para obtenerlo de otros.
Uno de los contactos de “Roberto Palacios” fue Ruth Montenegro, una orgullosa hija del coronel somocista Alfonso Montenegro Sáenz y hermana del también coronel GN Franklin Montenegro Alarcón.
Fue un encuentro memorable a través de Facebook, donde el “santo y seña” era su pasado al lado del gobierno genocida de Anastasio Somoza Debayle.
Carácter de guardia
La señora Montenegro, quien se ufana de su carácter al extremo de que su padre y hermano le decían que de nacer varón la habrían metido a la Guardia Nacional, por poco cae en la telaraña que torpemente le fue tejiendo Gerardo Sánchez.
Fue por la misma torpeza del guerrillero virtual que se salvó por un pelo, ya que al inicio parecía obnubilada por la posibilidad de haber encontrado un grupo que vengara la afrenta sufrida por la “gloriosa e invicta” a manos de los “sandino-comunistas”.
Como suele ocurrir en sus captaciones, Sánchez -quien también estafó a migrantes nicaragüenses en Costa Rica-, cayó en un montón de contradicciones que al inicio parecieron pasar desapercibidas para doña Ruth, quien sin embargo contó con la valiosa ayuda de su marido para escapar de la celada.
Cogido en falsedad
Mentira tras mentira, elucubraciones sin sentido y ausencia de argumentos para explicar las razones de su presunta lucha, hicieron que en este caso el “comandante Roberto Palacios” perdiera a su presa en el último momento, cuando la dama iba a iniciar sus aportes en contra del actual gobierno de Nicaragua con un óbolo de 200 dólares.
El epílogo de esta historia de cibernética conspiración era fácilmente predecible: Sánchez fue cogido en flagrante falsedad y el desliz hizo que se le escapara la que prometía ser una valiosa colaboradora.
Sánchez trató desesperadamente de salir del atolladero pero ya era tarde. Doña Ruth Montenegro lo dejó “colgado” del Facebook, algo así como: ¿está ahí, doña Ruth?…aló…aló…
El archivo de este chat es también bastante largo, por lo que les dejamos extractos del mismo en un PDF: