El extraño caso de cuando Iowa se trasladó a Moscú

Los gobiernos son los mayores creadores de información adulterada y maliciosa. Existe un interés marcado en distorsionar la percepción de eventos que el público no puede juzgar ni evaluar objetivamente ante el alud de imposturas 

Hace unos años, la noticia de que un edificio de la ciudad de Davenport, Iowa, en EE. UU., fue derribado por drones en Moscú, quedaría únicamente en el terreno de la Ciencia Ficción. 

La noticia parece formar parte de uno de aquellos magníficos cuentos de Isaac Asimov, Ray Bradbury u otro de los célebres escritores del siglo XX, pero no fue así. 

Aunque hoy en día, con los adelantos de la Inteligencia Artificial (IA), los posibles viajes en el tiempo, etc., quizá algún laboratorio de la NASA logró trasladar el edificio de un continente a otro o los rusos haciendo uso de su «maligna» tecnología, lo desplazaron de EE. UU. a Moscú, para usarlo como valladar y proteger los edificios de la capital. 

El caso es que, durante la transmisión del programa The Record With Greta Van Susteren, la cadena estadounidense Newsmax, utilizó imágenes del colapso de un edificio de apartamentos en la ciudad de Davenport, Iowa, en un reportaje sobre el reciente ataque ucraniano con drones contra edificios residenciales de Moscú y sus alrededores, según refiere RT. 

¿Error, fake news o estamos en presencia de un logro científico de incalculables consecuencias? 

Es cierto que sufrimos una pandemia de noticias falsas. No se trata solo del ciudadano armado de un teléfono inteligente en busca de la efímera fama de los likes, los gobiernos son los mayores creadores de información adulterada y maliciosa. Existe un interés marcado en distorsionar la percepción de eventos que el público no puede juzgar ni evaluar objetivamente ante el alud de imposturas. 

Sin embargo, sí, Masha y el Oso, que ya fueron acusados no hace mucho de ser una herramienta de propaganda del Kremlin para influir en los niños de Europa, están detrás de la tele transportación del edificio, entonces el Gobierno de Rusia tendría en sus manos un arma estratégica. 

Pero no, pensemos mejor –hasta que se demuestre lo contrario–, que fue una pifia del canal que equivocó las imágenes, suele suceder, aunque en este caso frente al edificio, un cartel anunciaba en perfecto inglés Tow Away Zone (Zona de aparcamiento prohibido), y nada indicaba de que se encontraba en Rusia. 

El posible error será consecuencia de la inhalación involuntaria de las sustancias tóxicas del tren que se descarriló en Lancaster, Minnesota hace unos días o del que se volcó en Balfour, en Dakota del Norte. 

Con todo respeto, sería bueno que las autoridades correspondientes le hicieran una inspección detallada de los ferrocarriles, pues últimamente no pasa una semana sin que trenes cargados de sustancias nocivas sufran un accidente. Recordemos el de East Palestine, en Ohio, que liberó sustancias químicas peligrosas para la salud de los habitantes de la zona. 

O esto de los trenes será, también, una trama de ficción con varias temporadas, una truculenta historia al estilo de los comics estadounidenses para atemorizar y desviar la atención de otros temas. 

Bueno, lo cierto es que Ucrania lanzó un ataque terrorista con drones contra edificios civiles de la ciudad de Moscú, entre ellos, al parecer, contra uno de Davenport, Iowa que se encontraba en la urbe rusa de visita. 

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