El fenómeno se degrada a categoría 3 con rachas de vientos hasta de 250 kilómetros por hora
El huracán Willa está a menos de 60 kilómetros de las Islas Marías del Estado mexicano de Nayarit y se aproxima cada vez más a las costas del Pacífico. Aunque este martes el fenómeno se ha degradado a categoría 3 —de un máximo de 5— la alerta en los municipios de la zona continúa ante la amenaza que significan sus rachas de viento de hasta de 250 kilómetros por hora y olas de más de seis metros de altura. Los meteorólogos esperan que Willa, toque tierra en Sinaloa a las 19.00 (hora local). «La situación es muy grave, es un sistema que tiene vientos máximos de más de 200 kilómetros por hora, esto muy peligroso», apunta Jaime Albarrán, subdirector técnico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En este momento el fenómeno viaja con una velocidad de nueve kilómetros por hora con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora. El arribo de este huracán a territorio mexicano provocará lluvias torrenciales en Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Durango así como precipitaciones intensas en Zacatecas, de acuerdo con los pronósticos del SMN. Los efectos de este huracán también está afectando a las zonas turísticas de Nayarit y de Jalisco, en específico en la ciudad de Puerto Vallarta, donde se han detenido todas las actividades marítimas.
La noche de este lunes, trabajadores de los hoteles sellaban las puertas y ventanas de los alojamientos turísticos con planchas de madera frente al histórico paseo marítimo en Mazatlán, una popular ciudad costera en el Estado de Sinaloa. A escasos metros, se podía advertir la llegada de turistas que descargaban sus pertenencias y también palmeras se desplazaban debido a una ligera brisa. Para hacer frente esta amenaza, el Gobierno de México ha instalado más de 2.900 albergues temporales a lo largo de toda la costa pacífica.
En una gasolinera en las afueras de esta ciudad, una gran fila de coches esperaba para cargar combustible y asegurarse de comprar en una tienda cercana otros bienes indispensables para los próximos días. Una de las trabajadoras de la estación de gas, Zulema Pardo, ha señalado que los residentes se han llevado grandes provisiones de agua y han dejado vacías las estanterías donde los vendedores colocan habitualmente el pan. «La gente está realmente asustada», ha señalado esta trabajadora.
Antonio Echevarría, el gobernador de Nayarit, ha señalado que más de 10.000 personas están siendo evacuadas y ha reiterado que las escuelas se encuentran cerradas. Echevarría ha pedido a la ciudadanía no desafiar al huracán: «No actuemos como superhéroes. Es un huracán muy potente, y no queremos ninguna tragedia». El Estado de Sinaloa también ha cerrado sus escuelas.