“El mundo se está asfixiando”, y lo aplasta Estados Unidos, país genocida y esclavista

Andre Vltchek*

Más de dos siglos de mentiras salen por fin a la luz. Las fábulas sobre libertad y democracia se caen como castillos de naipes. La muerte de un hombre ha provocado una avalancha de rabia en las personas que, durante años, décadas y siglos fueron humilladas, arruinadas y exterminadas. Siempre ocurre lo mismo. A lo largo de la historia del hombre, una simple muerte, una sencilla “última gota”, un incidente, desencadena los acontecimientos que cambiarán el rumbo de la historia. Nada puede ser ya igual. Lo que ayer parecía inimaginable se ha convertido en “la nueva norma” en una noche, literalmente.

El país que hoy se autoproclama el estandarte de la libertad, fue durante más de dos siglos, exactamente lo contrario, es decir, el epicentro mundial de la brutalidad y el terror.

Desde sus orígenes, este país se dedicó a exterminar sistemáticamente a los habitantes de aquellas tierras, para así poder entregárselas a los colonos llegados de Europa. Puede decirse que fue el genocidio más escandaloso de la historia del hombre.

Cuando el hombre blanco ha querido tierras, sencillamente las ha cogido. Ya sea en los Estados Unidos o en cualquier otro lugar del mundo. Millones de indígenas fueron asesinados en las tierras que ahora forman Estados Unidos, los infectaban de enfermedades mortales o los exterminaban de diferentes maneras. La gran mayoría de los propietarios ancestrales de la tierra desaparecieron y los que quedaron fueron encerrados en las llamadas “reservas”.

Mientras tanto, el “Land Of The Free” (País De Los Hombres Libres) prosperaba con la ayuda de la esclavitud. Las potencias colonizadoras se fueron a África a secuestrar seres humanos que cargaron en barcos para después llevárselos a trabajar gratuitamente a América del norte y del sur. Los colonizadores europeos fueron partícipes de aquellos crímenes cometidos alrededor del mundo.

¿Pero qué son realmente los Estados Unidos? Se pregunta alguien que investiga sus raíces. E aquí una respuesta sencilla y honesta: Los Estados Unidos son la descendencia de la cultura colonialista europea, de su excepcionalísimo, su racismo y su barbarie.

De nuevo, remitámonos a los hechos: gran parte de este país lo construyeron los esclavos mientras eran humillados, violados, torturados y asesinados. Extraña manera de escribir los primeros capítulos de la historia de un país…

¿Es realmente los Estados Unidos un país de libertades? ¿Para quién? ¡En serio! ¿Para los blancos cristianos?

¡Cómo han logrado deformar el discurso! No debe extrañarnos que la humanidad de hoy en día sea así de inmoral, perdida y confusa. La razón es que hemos adoptado un discurso fabricado por un país que exterminó a la gran mayoría de sus hijos e hijas autóctonos. Mientras, se enriquecía de manera demencial a través de inimaginables robos, asesinatos en masa, esclavismo, y más tarde, gracias a la semi-esclavitud de la dictadura despiadada de las empresas.

Esta brutalidad endémica e institucionalizada de este país se ha extendido a todas partes del mundo. Desde hace décadas, los Estados Unidos han tratado al mundo entero como si fuese su reserva personal de esclavos. Pero ¿qué nos ofrece este país? Guerras interminables, invasiones, intrusiones a sangre y fuego, golpes de Estado, asesinatos continuos de dirigentes políticos, expolio de materias primas por las multinacionales. Cientos de millones de personas han sido sacrificadas hasta la fecha en el altar estadounidense de la libertad y la democracia.

Dicen que es libertad y democracia… ¿En serio?

¿No se trata más bien de genocidio, esclavitud, miedo, y violación de los sueños de toda la humanidad y de la dignidad humana?

Y ahora, hay una muerte más, la de un hombre, cuyo cuello fue aplastado por la rodilla de un poli despiadado. Y el país explota. Cientos de miles de militantes y activistas pro-democracia invaden las calles de Minneapolis, de Washington DC, Nueva York, Atlanta, Los Ángeles, y otras ciudades estadounidenses.

La muerte de M.George Floyd es un símbolo, puesto que miles de negros son asesinados casi cada día de las formas más despreciables. Desde enero del 2005 hasta ahora, 1,250 ciudadanos afroamericanos han sido asesinados por la policía, en esta maravillosa democracia americana.

En el “país de la libertad”, 2.3 millones de seres humanos se pudren en cárceles, cada vez más privatizadas. La tasa de prisioneros en Estados Unidos es la más alta del mundo. Poner a seres humanos entre rejas es un negocio redondo. Y es que las minorías constituyen la gran mayoría de los presos.

Y esto no es todo. En realidad, el mundo entero ya es una gigantesca prisión. Miren a su alrededor: el planeta está vigilado y controlado a la manera exhaustiva de los Estados Unidos. Está controlado, brutalizado, y si osamos protestar, también somos castigados.

El lenguaje está manipulado. Un país que maltrata a su propio pueblo y al mundo entero, es definido por sus propios medios de comunicación y su sistema de propaganda como “libre” y “democrático”. Insultan a las naciones que defienden a su propio pueblo contra la dictadura del imperio y las señalan como regímenes y dictaduras.

Ya describí esta sarta de locuras en mi libro de 800 páginas, “Exposing Lies of the Empire”, después de haber sido testigo de los terribles asesinatos cometidos por Estados Unidos en unos 160 países.

La muerte de George Floyd ha provocado una resistencia: y ha abierto los ojos de mucha gente en los Estados Unidos y por todos lados. M. Floyd, los afro-americanos, los americanos autóctonos y demás personas oprimidas en los Estados Unidos, son los hermanos y hermanas de los miles de millones de hombres y mujeres que hoy en día padecen la colonización y los asesinatos brutales de este Imperio en todo el mundo.

Que esto sea el principio de una nueva ola de lucha por la liberación global.

Al día de hoy, cada vez la gente ve más claro algo que nosotros hemos repetido durante muchos años: El mundo entero está a merced de los Estados Unidos. ¡El mundo entero no puede respirar! ¡Y el mundo entero debe pelear por su derecho a respirar!

*André Vltchek es un filósofo, novelista, director de cine y periodista de investigación. Ha sido reportero de guerra en decenas de países. Seis de sus libros más recientes son: New Capital of Indonesia”, “China Belt and Road Initiative”, “China and Ecological Civilization” con John B.Cobb, jr., “Revolutionary Optimism, Western Nihilism”, la novela revolucionaria “Aurora” y un best-seller de política ficción: “Exposing Lies Of The Empire”.

Aquí puede ver sus otros libros https://andrevltchek.weebly.com /books.html. También puede ver su documental inédito sobre Ruanda y la República democrática del Congo, y su película/diálogo con Noam Chomsky “On Western Terrorism”. Vitchek vive actualmente entre Asia Oriental y América latina, y continúa trabajando por el mundo entero. Pueden contactarlo a través de su website, su twitter y su Patreon.

Fuente original: Veterans Today

Traducido al español a partir de la versión francesa traducida por J. Hubert para Investig’Action.

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