«Realmente siento un gran pesar por haber tenido que posponer este viaje que tanto deseaba», manifestó el pontífice en relación a sus visitas a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
El papa Francisco dijo este domingo que espera visitar la República Democrática del Congo y Sudán del Sur lo antes posible, luego de haber tenido que cancelar su viaje debido a los dolores que sufre en una de sus rodillas. Jorge Bergoglio, de 85 años, arrastra desde principios de año un fuerte dolor en la rodilla derecha por el que recibe infiltraciones y que ya lo ha obligado a suspender encuentros y a bajar la carga de trabajo para poder rehabilitarse. El viaje a África obligaba al Papa a dar 12 discursos en seis días y a recorrer 15.800 kilómetros en menos de una semana.
«Queridos hermanos, con gran pesar, debido a problemas con mi pierna, he tenido que posponer mi visita a sus países, prevista para los primeros días de julio», dijo el papa luego de la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro. «Realmente siento un gran pesar por haber tenido que posponer este viaje que tanto deseaba. Les pido disculpas por esto», manifestó.
«Recemos juntos para que, con la ayuda de Dios y los cuidados médicos, pueda estar entre ustedes lo antes posible. ¡Tengamos esperanza!», agregó el pontífice argentino. El Vaticano había anunciado el viernes que el viaje, previsto del dos al siete de julio, será reprogramado, aunque no fijó aún una nueva fecha.
A causa del dolor en la rodilla, el papa inició a fines de abril una reducción de actividades y mudó algunas de sus audiencias desde la Biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico al salón de la planta baja de la Domus Santa Marta, en la que vive en el Vaticano. Durante las celebraciones de Pascua semanas atrás, Francisco no pudo presidir la celebración de Vigilia, sino que se limitó a leer la homilía desde un sillón para reducir los desplazamientos.
Francisco debió además ausentarse de la procesión del último domingo de ramos, el 10 de abril. «Tengo este problema en la rodilla que provoca problemas de deambulación, en el caminar, es un poco molesto, pero va mejorando, al menos puedo andar. Hace dos semanas no podía hacer nada. Es algo lento; veamos si vuelve a estar como antes, pero está la duda. A esta edad no se sabe cómo terminará el partido, esperemos que vaya bien«, había planteado a inicios de abril en diálogo con la prensa.
El 26 de enero, el Papa explicó por primera vez que tiene inflamado un ligamento en la rodilla que le obliga a reducir sus movimientos, aunque calificó a la dolencia como «algo pasajero». «Me han dicho que le pasa sólo a los viejos, así que no sé por qué me ha pasado a mí», bromeó durante la Audiencia General en el Vaticano. El año pasado Francisco también fue intervenido en el colon, en una operación por la que estuvo diez días internado.
«Que el paso del tiempo no enfríe nuestro dolor»
En la misma de este domingo, el Papa también le pidió al mundo que no olvide la guerra en Ucrania, desencadenada el 24 de febrero por la invasión de Rusia. «Está siempre vivo en mi corazón el pensamiento por el pueblo de Ucrania, afligido por la guerra. Que el paso del tiempo no enfríe nuestro dolor y preocupación por estas personas atormentadas», expresó.
«Por favor, no nos acostumbremos a esta trágica realidad. Tengámoslo siempre en nuestro corazón. Recemos y luchemos por la paz», planteó Francisco. El Papa ha condenado en varias ocasiones la violencia y hasta dijo estar dispuesto a ir a Ucrania después de la invitación del presidente Volodimir Zelenski, aunque más tarde confesó en una entrevista que no viajaría al preguntarse: «¿De qué serviría si el día siguiente seguiría la guerra?».