El paro, una mentira que recorrió el mundo

El miembro de una brigada fumigadora del MINSA al ser rechazado por una señorona que no lo dejó pasar a su casa porque «estaba en paro». Ojalá que mosquitos y otras alimañas entiendan esto.

Desde diversas capitales del mundo, incluidas las europeas que están a miles de km de distancia, reportaron las calles del país “vacías o medio vacías” y negocios cerrados por el fracasado paro promovido por la golpista Alianza Cívica en Nicaragua. Quienes vivimos aquí, sabemos que ninguna de las líneas escritas es cierta, aunque sí se apegan al guion que les encargó Estados Unidos.

Al parecer, el único medio de comunicación que dijo la verdad, por esta vez, fue la cadena gringa CNN, que testificó crudamente la derrota opositora y la falta de apoyo popular a su intento por desestabilizar la economía.

Los medios ultraderechistas de Nicaragua encabezados por La Prensa, pese a que operan desde nuestro territorio se ciñeron al plan preestablecido, recurriendo como lo hacen desde hace más de una década a la “mentira emotiva” o posverdad, a fin tratar de confundir a una población que cada vez cree menos en sus oscuras elucubraciones.

Algunos simpatizantes de los golpistas quisieron dejar constancia de su apoyo al paro con pírricas “victoras” como la de la señorona de un barrio residencial, que filmó el rechazo a un trabajador del MINSA que golpeó a su puerta a fin de fumigarle el patio y la vivienda.

“No, hoy estamos en paro”, repitió con voz engolada al humilde empleado. Ojalá esta “parada” entendiera que los mosquitos no se suman a ninguna operación desestabilizadora y que desperdició la oportunidad de que le limpiaran su casa de alimañas. Sin incluir el daño que ocasiona a sus vecinos.

Estamos seguros de que su acción antisandinista la hizo sentirse feliz por el “palo” dado al joven fumigador, quien continuó su labor mientras ella corría triunfante a comunicar a sus pares, a través de las redes sociales, la hazaña de la que se sintió protagonista.

Pero bien, estupideces aparte, el paro constituyó un soberano fracaso, lo que deja en evidencia, una vez más, que la población y la mayoría de empresarios desean trabajar en paz y recuperar el terreno perdido durante la sangrienta intentona de golpe de Estado protagonizada el año pasado.

¿Entenderán los cabecillas del MRS, del gran capital y de la Iglesia Católica que sus métodos para intentar la toma del poder solo traen dolor y daños a los nicaragüenses? ¿Estarán ya claros de que tendrán que esperar hasta las elecciones del 2021, si es que desean medir fuerzas otra vez con el sandinismo?

Recurriendo a la posverdad o mentiras descaradas, los golpistas han inventado secuestros al igual que durante el desarrollo del abortado golpe fingían muertes y desaparecidos a fin de engrosar las cuartillas de sus aliados de la prensa local e internacional, y sobre todo, los expedientes de sus padrinos del gobierno gringo y europeos que financian, defienden y alientan sus criminales actividades.

Una “comandanta” exsandinista que a través de una ONG ha visto crecer exponencialmente su capital, dijo acertadamente que “sin tranques” no habría paro exitoso, porque eso es lo que ocurría el año pasado cuando la Policía Nacional estaba en sus cuarteles y las huestes opositoras se adueñaron de las calles matando, robando y amenazando a quienes no obedecieran la orden de cerrar sus negocios del tamaño que fueran.

La historia ahora es distinta. El mango de la sartén cambió de manos y las autoridades de orden interior, “los azulitos” como los llama el pueblo, cumplen cabalmente su labor garantizando los derechos ciudadanos, en particular uno muy sagrado que es el de llevar comida a sus hogares.

Así que podrá la Dora María Téllez y demás cómplices seguir soñando con la caída del gobierno del presidente Daniel Ortega por métodos que violentan el orden constitucional. Está visto que no pudieron en 2018 ni podrán en este año lleno de esperanzas para aquéllos que fueron víctimas de la violencia homicida durante el intento de golpe.

No queda más que ponerse a trabajar, consolidar la paz a través del diálogo, y prepararse para el escenario electoral en 2021, que pondrá a prueba una vez más la decisión del pueblo de continuar en el camino del progreso que hoy disfruta, o volver a los tiempos de atraso y abandono de los gobiernos neoliberales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *