Los dirigentes del club francés, que no reciben ofertas por el jugador, se plantean rebajar su precio hasta 150 millones. El padre les avisa que quiere regresar al Barça
El Paris Saint-Germain se ha metido en la trampa de Neymar Júnior. A punto de cumplir dos años promoviendo la figura de la estrella por encima de la disciplina del equipo, los propietarios cataríes del club más rico de Francia han resuelto cambiar la estrategia por completo y traspasar al símbolo de su proyecto sin más demora. Fuentes de la administración del PSG admiten que este bandazo, rematado por una política de comunicación regida más por el orgullo que por el cálculo, coloca al club en una posición de extrema debilidad negociadora. El escenario que se abre ante el presidente Al-Khelaifi es tan complejo que hasta ayer martes Neymar se negaba a regresar de Brasil, precipitando un cuadro de devaluación que se agrava cada día que pasa sin que en las oficinas de Boulogne se tengan noticias de ninguna oferta concreta por el futbolista. Puestos a hacer proyecciones, esta semana los responsables del club calcularon que si no consiguen cerrar el traspaso en la última semana de agosto, estarían dispuestos a rebajar la venta a 150 millones de euros. Un 67% de los 222 millones que pagaron al Barça en 2017 en concepto de cláusula de rescisión.
La entrevista que Nasser Al-Khelaifi concedió a France Football a mediados de junio, en donde ensalzó la figura de Kylian Mbappé, de 20 años, y abrió las puertas de salida a Neymar, de 27, en medio de una enérgica filípica, pusieron la primera piedra en la montaña de excusas que reune el jugador para exigir su marcha sin facilitar una negociación. El PSG sabía desde hacía días que Neymar no se presentaría al inicio de la pretemporada, previsto para el pasado lunes. Cuando en junio los dirigentes se pusieron en contacto con el futbolista les advirtió directamente de que no quería volver a ponerse la camiseta del PSG. Interrogado por un alto cargo, el padre del jugador ofreció dos argumentos fundamentales. Primero, que su hijo se encuentra dolido por el empeño manifiesto de Al-Khelaifi de situar a Mbappé como el pilar del proyecto; segundo, que este desprecio contrasta con el valor que le otorga Messi — “el mejor jugador de la historia”, según el padre—, que en las conversaciones telefónicas que mantiene con su hijo se ha mostrado firme en su compromiso de ayudarle a regresar a Barcelona a lo grande. El padre asegura que si Neymar regresa al Barça, Messi le ha prometido hacer todo lo que esté en su mano para que gane el Balón de Oro.
Neymar padre, protagonista principal de la gestión de la carrera de la estrella, avisa al PSG de que su vástago tiene una deuda moral con Messi que está dispuesto a saldar con el profesionalismo y la entrega que no demostró ante sus desagradecidos patrones cataríes. Puesto a evocar agravios, el patriarca indicó al enviado del club que no olvida que Al-Khelaifi declaró en una entrevista que Mbappé es el mejor fichaje de la historia. Neymar, protesta el progenitor, ha sido empujado a un segundo plano para favorecer a Mbappé, ídolo de Francia tras la conquista de la Copa del Mundo en 2018.
En su última aparición pública antes de abandonar Francia, hace mes y medio, Neymar ya apuntó a su compañero tras la final de Copa perdida ante el Rennes. Sin mencionar nombres, todos los implicados comprendieron que el destinatario era Mbappé. “Veo a muchos jugadores jóvenes que no están perdidos exactamente, pero les falta más oído que boca», denunció el brasileño. «Ellos deben escuchar más de lo que hablan. A veces un hombre más experimentado habla y ellos responden. No es así como un equipo llega lejos”.
Alarmados ante el panorama de desgaste, ahora los empleados del PSG procuran convencer al padre de que al menos saque a su hijo de la mansión de Mangaratiba donde se recluye para instalarlo en París esta misma semana. Aunque sea para visitar el Louvre. No le obligarán, dicen, a entrenarse con el equipo y le facilitarán el traspaso al Barça si quiere que ese sea su destino. Así, explican, evitarán que la rebeldía del futbolista erosione todavía más la posición del club que le aseguró 47 millones de euros netos anuales por todos los conceptos consintiéndole, además, llevar una vida de holganza que no se parecía en nada al rigor que impusieron al resto de la plantilla.
Negativa del Madrid
Al-Khelaifi procura no ofrecer directamente a Neymar pero ha enviado a agentes intermediarios a recorrer Europa. Dicen en el PSG que, preguntado por su interés, un máximo dirigente del Real Madrid replicó al enviado no oficial que no intentarán el fichaje puesto que tienen la certeza de que Neymar —que ha rechazado tres ofertas del Madrid desde 2012— quiere fichar por el Barça.
El Barcelona, según las fuentes del club francés, es la única institución que se ha dirigido directamente al PSG, mediante “un funcionario de tercera fila”, aseguran, para preguntar por la situación del futbolista. Basándose en esto, la dirección deportiva del PSG, encabezada por Leonardo de Araújo, diseña un plan por si reciben una oferta desde el Camp Nou. Comenzarán poniendo un suelo negociador de 180 millones de euros en efectivo y, en su caso, aceptarán futbolistas en pago. La dirección deportiva ha informado a Al-Khelaifi del interés por cuatro elementos del plantel azulgrana: Dembelé, Coutinho, Rakitic y Umtiti.
Atento a sugerir alternativas que llenen el hueco que dejaría el brasileño,Thomas Tuchel, el entrenador del PSG, propuso el fichaje de Antoine Griezmann pero el club pinchó en hueso. Cuando el PSG se puso en contacto con los representantes del futbolista del Atlético le respondieron pidiéndole un salario anual de 35 millones de euros netos. La directiva del PSG interpreta que esta petición fue un formulismo para indicarles, de un modo discreto, que no estaba en el mercado.
El trueque por Dembelé, objeto de controversia
Ante la posibilidad de negociar un trueque de Neymar por un jugador del Barça, Tuchel indica a sus jefes que su prioridad es Ousmane Dembelé, seguido de Coutinho. La dirección deportiva discrepa en este punto y señala que deben poner la mira en Coutinho, Rakitic y Umtiti, dada la inconsistencia de Dembelé, al que no valoran en más de 60 millones de euros. El informe que obra en poder de los asesores técnicos de Al-Khelaifi indica que Dembelé permanece desconectado el 70% del tiempo que duran los partidos y tiene dificultades para interpretar el juego. Tuchel objeta que bajo su mando el atacante francés superará sus limitaciones. Pero en la secretaría técnica recuerdan que siendo entrenador del Dortmund, el propio Tuchel dejó a Dembelé en el banquillo el día más importante de la temporada, cuando el 19 de abril de 2017 se jugaron contra el Mónaco la vuelta de los cuartos de final de la Champions.
En el probable caso de que se sienten a la mesa con el Barça, la dirección deportiva del PSG anticipa tres escenarios, del más al menos conveniente. Primero, canjear a Neymar por Coutinho y Rakitic; segundo, canjearlo por Coutinho y Umtiti más dinero; tercero, canjearlo por Coutinho y Dembelé más dinero. Las fuentes consultadas en el PSG aseguran que Leonardo valora a Coutinho como un excelente profesional capaz de rendir a un magnífico nivel en una posición axial. Indican que Coutinho no ha brillado en el Barça debido a que entró mal al club tras una tortuosa transferencia desde el Liverpool que hizo mella en su carácter introvertido. No le ayudó, observan, jugar en el 4-4-2 de Valverde como cuarto volante.
Forzados a construir castillos en el aire, los ejecutivos de las oficinas de Boulogne se descubren cada día más necesitados de vender y más expuestos a la iniciativa ajena. Están en manos de la estrella a la que otorgaron todo el poder. Como dijo un agente implicado: “Si Neymar se pone de acuerdo con el Barça, el PSG no saca más de 100 millones”.