La tormenta tifón Hagupit tocó tierra sobre la ciudad costera de Dolores, en la provincia de Samar, este sábado 6 de diciembre.
Derribó algunos árboles y cortó cables eléctricos, pero no se registraron víctimas fatales.
Aunque perdió algo de fuerza, el tifón todavía arroja ráfagas de 195km/h.
Cientos de personas se habían refugiado en la noche del viernes en iglesias, escuelas y albergues temporales.
Y las autoridades de Filipinas anunciaron que unas 10.000 personas han abandonado sus hogares ante la proximidad de Hagupit, un poderoso tifón proveniente del océano Pacífico.
Decenas de miles de soldados han sido desplegados, con instrucciones de despejar caminos y evitar saqueos.
Muchas de las áreas que se encuentran en riesgo fueron devastadas por una tormenta similar el año pasado, que dejó un saldo de 6.000 muertos.
Los puertos a lo largo del país fueron cerrados, dejando a muchos pasajeros varados.
El ejército se encuentra en estado de alerta y abrieron centros para atender personas provenientes de zonas evacuadas.
Se espera que Hagupit llegue a la ciudad de Tacloban, donde el año pasado miles de personas murieron por el tifón Haiyan.