San José.- El diario tico Libertad afirmó la semana pasada que el senador norteamericano Marco Rubio no trajo un mensaje de paz a Costa Rica, porque en su mente y corazón solo hay cabida para el odio y la violencia.
Bajo el título: ‘La ‘visita’ de un senador yanqui llamado Rubio’, el secretario general del partido comunista histórico Vanguardia Popular, Humberto Vargas, señala que Rubio fue recibido (el día 1) por el presidente Luis Guillermo Solís, en las últimas horas en su cargo, y por Carlos Alvarado, quien asumirá en unos pocos días (el 8).
‘No hubo prensa ni declaraciones. No es difícil presumir que su ataque estuvo dirigido contra todo lo que se mantiene limpio en las parcelas latinoamericanas. Lo que es seguro es que no fue una visita de turismo ni de buena voluntad. Tampoco un mensaje de paz, puesto que en su mente y en su corazón no hay más cabida que para el odio y la violencia’, asegura Vargas.
En su artículo en Libertad, órgano del Partido Vanguardia Popular, Vargas pregunta ¿Es qué prepara nuevas agresiones contra Venezuela o contra Nicaragua? y responde ‘para la política yanqui no hay más que dos alternativas: el vasallaje o la destrucción’.
Asevera que Estados Unidos crea las condiciones para el dolor de los pueblos y luego acude al monopolio mediático para inculpar a otros del resultado de sus propias agresiones.
Es un método conocido porque se ha repetido decenas o cientos de veces y, en todos los casos, el detonador ha sido una mentira que se impone a los vasallos como una verdad, señala el líder del Partido Vanguardia Popular y agrega que ‘tiene siempre una entente de serviles que usa para diluir su criminal responsabilidad’.
Vargas llama a no olvidar Vietnam, Yugoslavia, Iraq, Siria, Palestina, Libia, el criminal bloqueo a Cuba, los ataques financieros y comerciales, las amenazas militares contra Venezuela, temas sobre los cuales -refiere- se podrían llenar muchas, miles de páginas.
A ello, prosigue, hay que sumar los asesinatos selectivos contra dirigentes populares y revolucionarios.
‘Le atribuyen errores a los dirigentes de los países que deciden destruir, usando el método tradicional que es ya bien conocido: mentir, mentir y seguir mintiendo’, sostiene el dirigente comunista tico.