Por enésima vez surge en la palestra política el intento de “unidad” entre las hasta ahora posiciones irreconciliables de los cabecillas del PLC y el PLI, Arnoldo Alemán y Eduardo Montealegre respectivamente, quienes, además de sus diferencias personales, nunca permitirán que uno prevalezca sobre el otro en una presunta fuerza que pudiera surgir de esa hipotética alianza.
En un cuento de nunca acabar, ahora es el turno de la Presidente del PLC, María Haydée Ozuna, de llevar a cabo esta misión imposible, y de forma hasta casi sumisa, envió una carta al cacique del PLI, Eduardo Montealegre, en la que le solicitaba que considerara la posibilidad de que se llegaran a sentar para hablar sobre los términos de una probable unidad.
Incluso, el grado de docilidad con que fue elaborada la carta que el PLC le enviara al PLI, según lo confirmara en sus declaraciones la propia Ozuna, es tal, que le proponen a Montealegre que la primera reunión se realice en un hotel capitalino y que sea el mismo “líder” de los liberales independientes quien establezca la fecha y la hora que “estime conveniente”.
Un hecho a destacar es que la propuesta dada a conocer por Ozuna quiere hacerla aparecer como una nueva interlocutora del PLC en unas posibles pláticas con el PLI, y que la figura y posición del caudillo Arnoldo Alemán va a estar al margen de estas reuniones, en otras palabras, hacer creer que no manejará los hilos de los “rojos sin mancha”, algo difícil de imaginar.
En el PLI, una vez que conocieron de la proposición la rechazaron porque no aceptaron que el mediador en las conversaciones fuera el presidente del Movimiento Unidad con Dignidad (MUD), Edgard Matamoros, quien luego de militar en la filas de Montealegre se alejó por desavenencias políticas con éste y pasó a integrar la coalición liderada por el PLC.
En lo que es un nuevo intento fallido, la directora ejecutiva del PLI, Kitty Monterrey señaló que ellos esperan continuar pláticas de unidad con las diferentes fuerzas políticas que a su juicio “en verdad sean opositoras en el país”, y que en todo caso el garante de estas pláticas tiene que ser Fabio Gadea, con quien han realizado todas sus pláticas, y así quieren que siga.
En iguales términos se manifestó el cabecilla del PLI, Eduardo Montealegre, quien aseguró estar dispuesto a conversar sobre el tema de la unidad, pero aclaró que el único garante de un diálogo entre el PLC y su partido sería Fabio Gadea, lo que deja bien claro que otro intento de este capítulo propio de una pésima novela llegará a su mismo final.