Charly Morales Valido | Prensa Latina
*Al parecer, presidente salvadoreño se venga de “desaire sufrido” en Washington
El enviado especial del gobierno de Estados Unidos para Centroamérica, Ricardo Zúñiga, culminó una visita a El Salvador marcada por el desplante del presidente Nayib Bukele.
Zúñiga, principal asesor del presidente Joe Biden para el llamado Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras), conversó aquí con muchos actores políticos y sociales, menos con el jefe de Estado.
La cita estaba pactada para la tarde del miércoles en Casa Presidencial, pero Bukele se negó a reunirse con Zúñiga, al parecer para devolver el desaire que recibió en febrero pasado, durante una inesperada visita a Washington.
Hasta el momento, el Ejecutivo se mantiene hermético respecto al incidente, y el diplomático estadounidense se limitó a confirmar en una reunión con medios locales que buscó la reunión, pero finalmente no se dio.
En su lugar, Zúñiga se reunió con la canciller Alexandra Hill, pero ni el Ministerio de Relaciones Exteriores ni las demás dependencias del gobierno se hicieron eco del encuentro en sus distintos canales de comunicación.
Dicho silencio contrasta con la locuacidad con que la administración Bukele destacaba sus encuentros con cualquier representante del anterior gobierno de Estados Unidos, cuando la etiqueta #SocioConfiable era cotidiana.
Sin embargo, la relación comenzó a resentirse desde que los funcionarios de Biden se negaron a recibir a Bukele en un viaje que hizo a Estados Unidos justo antes de las elecciones del 28 de febrero en esta nación centroamericana. Aunque Bukele lo negó, varios medios y fuentes diplomáticas confirmaron que intentó, en vano, verse con algún directivo del nuevo Departamento de Estado.
Aparejado a ello, aumentó la hostilidad entre el mandatario salvadoreño y congresistas estadounidenses, como la demócrata Norma Torres, quien criticó la pasividad de los gobernantes del Triángulo Norte ante el drama migratorio.
Bukele llegó incluso a exhortar a la comunidad latina en California para que votara en contra de Torres, legisladora de origen guatemalteco, en las próximas elecciones, apenas una semana antes de la llegada de Zúñiga.
La agenda oficial de Zúñiga en la región se centra en abordar las causas de la migración irregular de centroamericanos hacia Estados Unidos, como la violencia, la corrupción y la falta de oportunidades económicas.
Esta fue la primera visita de un alto funcionario de la administración Biden a El Salvador, y en tal sentido, la frialdad del Ejecutivo abre para muchos una interrogante para el futuro de las relaciones bilaterales.
Amén de ser el principal socio comercial de El Salvador, Estados Unidos es el hogar de una nutrida diáspora, cuyas remesas constituyen un 20 por ciento de la economía de este país centroamericano, dolarizada desde 2001.