El futuro económico de España está en riesgo ante una caída demográfica y escasez de fuerza laboral, por lo que el país ha optado por abrir las puertas a trabajadores extranjeros, especialmente de América Latina.
Mediante una reforma, el Gobierno de España acelera el otorgamiento de estatus legales a migrantes para decenas de miles de personas que actualmente trabajan en el país de manera ilegal.
La falta de fuerza laboral genera impericia en aeropuertos y áreas como el desarrollo de software, ciencia o bien giros de meseros, albañiles y distribuidores de equipaje.
En este problema conviven, según un análisis de Bloomberg, los rezagos todavía persistentes de la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19, pero también problemas estructurales como las bajas tasas de natalidad, la reducción de mano de obra y el aumento de costos en las finanzas públicas.
Quien impulsó el ajuste legal es el titular del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migración, José Luis Escrivá, que asegura que, si bien el problema es a mediano plazo, atenderlo ahora permite perfilar ese horizonte.
«El envejecimiento de la población significa que habrá que depender más de los trabajadores extranjeros para ayudar a los países europeos a mantener los estados de bienestar y las pensiones», declaró el funcionario.
La sociedad española es una de las que envejecen más rápidamente en el mundo, con un 23% de su población mayor de 65 años, además de tener una alta esperanza de vida y baja fertilidad.
Proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas, además, calculan una reducción de la población española del 33% de aquí al inicio del siguiente siglo.
España no es el único país de Europa que cabildea con la legalización de trabajadores extranjeros, pues Alemania pretende regularizar a más de 130.00 extranjeros.
En España, incluso posiciones de derecha como la del partido Vox no tienen una condena clara contra la migración de trabajadores latinoamericanos, ante la que más bien guardan silencio.
En general, la sociedad española parece mantenerse abierta al flujo de migrantes latinoamericanos, con quienes comparten lengua, rasgos culturales y orientación religiosa; sin embargo, no reciben con el mismo ánimo a los trabajadores africanos, como permite observar la represión contra migrantes perpetrada el 24 de junio en Melilla, territorio español en Marruecos, contra migrantes que produjo la muerte de 37 personas.
El Banco de España reconoce que el principal desafío para el sistema de pensiones es el aumento de la población de edad avanzada frente a los ciudadanos económicamente activos.
Sin embargo, la población joven encara problemas para encontrar trabajo y hay una tasa de desocupación del 29%, una de las más altas de Europa, y en el primer trimestre de 2022 más de 840.000 trabajadores menores de 30 años no pudieron emplearse.
El país europeo requiere reformas más profundas que reduzcan la excesiva dependencia a dinámicas económicas como el turismo para resolver la escasez de mano de obra, estimó el subdirector del Centro de Estudios Demográficos localizado en Barcelona.