Los medios corporativos latinoamericanos difunden una diversidad de materiales que denigran a los políticos de los países situados al Sur del Río Grande que han caído en desgracia con Washington. Como norma, las decisiones relacionadas con la guerra informativa contra los dirigentes indeseables, son tomadas en la Casa Blanca para ser implementadas por el Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia, CIA.
La interacción en la guerra informativa entre el Departamento de Estado y la CIA tiene una larga historia.
Resulta suficiente recordar la historia de la campaña de desprestigio que culminó con el derrocamiento del Presidente de Argentina, Juan Domingo Perón. Durante el período 1946-1955 Washington acusó a Perón de muchas cosas –desde la creación de un Cuarto Reich en América del Sur hasta el fomento del anti-semitismo.
A Perón se le culpó en especial por la migración italiana y alemana hacia Argentina después de la II Guerra Mundial. Esta política se implementó en relación con la industrialización del país. Los norteamericanos hicieron lo mismo ofreciendo puestos de trabajo a expertos alemanes en cohetería, expertos en energía nuclear e ingenieros. Perón fue el fundador del Partido Justicialista. Fue un patriota que resistió denodadamente los intentos norteamericanos por subyugar Argentina.
Diferentes métodos fueron empleados con el objeto de enlodar su reputación. En el año 1951 el político liberal, Silvano Santander, –conocido agente de la CIA—tuvo que abandonar Argentina y se fue a Uruguay. Allí, en estrecha colaboración con sus empleadores, comenzó a publicar artículos describiendo a Perón como un promotor del nazismo y simpatizante de Hitler. En el año 1955 Perón fue derrocado.
Resúmenes de los artículos de Santander aparecen en el libro titulado “Técnica de una Traición”.
Juan Domingo Perón y Eva Duarte, Agentes del Nazismo en Argentina. La CIA hasta ahora utiliza esta publicación falsa como ejemplo de una efectiva campaña difamatoria para ser estudiada por agentes que posteriormente son enviados a América Latina.
Santander no omitió a Eva Perón, esposa del Presidente argentino, quien era muy popular en Argentina y en el exterior. El libro trae muchas fotocopias de documentos que supuestamente demuestran el hecho que Eva Perón trabajaba para la Abwher* desde el año 1941. Actualmente está bien establecido el hecho que Eva Perón no tenía nada que ofrecer como agente de inteligencia y que no tenía contacto alguno con las organizaciones nazis clandestinas.
Desde que era una muchacha pobre tenía el sueño de ser actriz y tuvo que sobrellevar una existencia miserable. Eva se casó con Perón en octubre del año 1941 y se involucró en la política. Actualmente, mucha documentación del período 1940-1950 ha sido desclasificada. ¿Se habrá el Departamento de Estado y la CIA arrepentido de difamar a los Perón? De ningún modo. Solo los acentos han cambiado. Evita era percibida como un símbolo de justicia social. Su éxito personal, su carácter apasionado (a menudo se le compara con Che Guevara) y el hecho que sabía como tratar al pueblo y lo que este sentía –todo esto inspiró en el pueblo argentino la esperanza de un futuro mejor.
Evita Perón es el símbolo que inspiró al Frente para la Victoria, FPV, la alianza electoral peronista en Argentina, formalmente una división del Partido Justicialista.
Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner, la Presidenta de Argentina a menudo recuerda el legado de Eva Perón. De ahí que los activistas de la propaganda norteamericana denigren su memoria. Decenas de años han transcurrido desde su muerte y ninguna prueba que apoye las acusaciones contra ella jamás ha surgido, pero los medios controlados por la CIA continúan regularmente publicando infundios para enlodar la reputación de Evita.
La meta consiste en destruir la imagen de la leyenda que ella sustenta en Argentina y otros países de América Latina.
Esta propaganda tiene su audiencia propia que incluye a magnates, pequeños partidos conservadores, estudiantes hijos de familias acomodadas, la “quinta columna” y los elementos bohemios desclasados que ven la desestabilización como una oportunidad para trepar y ser alguien en esta vida.
La operación calumniosa contra Eva Perón es parte de una campaña de provocación masiva lanzada por los servicios especiales de la CIA (e Israel) contra Cristina Fernández de Kirchner y contra el Frente para la Victoria. La reciente muerte del fiscal Nisman ha hecho surgir nuevos detalles que dan pie para sospechas que son utilizadas por los norteamericanos y por la influyente comunidad judía argentina para destrozar la confianza en la alianza gobernante. Ellos divulgan fabricaciones infundadas diciendo que la Presidenta argentina está personalmente involucrada en el trágico evento.
Algún tiempo antes, Alberto Nisman acusó públicamente a Cristina y al Ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman de conspirar para exonerar a Irán del ataque contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita-Argentina, AMIA. Muchos abogados prominentes argentinos han dicho que las acusaciones no han sido confirmadas. Algunos expertos creen que la ausencia de pruebas hizo que el fiscal terminara con su vida como un gesto para salvar las apariencias.
Algunos sostienen que Nisman fue asesinado por la CIA. El caso del “terrorismo iraní” es de carácter dudoso y el fiscal no tuvo oportunidad de ganar. Su liquidación física permitió a los servicios especiales continuar con su multifacética campaña contra Cristina y contra el Frente para la Victoria. A fines del mes de febrero, los cargos contra Cristina Fernández fueron levantados, pero el nuevo fiscal, Gerardo Pollicita, apeló contra la medida. Ahora mucho depende de la frecuencia de sus visitas a las embajadas de Estados Unidos e Israel.
Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner no es la única política prominente latinoamericana en ser blanco de la guerra desinformativa de Washington. Esta, primero que nada está dirigida contra la Alianza Bolivariana de las Américas. Estados Unidos no escatima ningún esfuerzo para combatirla. Los medios de prensa controlados por Estados Unidos siguen estando tan activos como en los días de la “Guerra Fría”, Solo los cubanos y los nicaragüenses están inmunizados contra esta ofensiva propagandística subversiva. El canal regional de televisión Telesur se hizo realidad gracias a los grandes esfuerzos del ex Presidente Hugo Chávez. Sus grandes habilidades de comunicación produjeron gran preocupación en Washington.
La televisión venezolana es también acusada de muchas cosas, como por ejemplo, la propaganda del Chavismo y del Castro-comunismo que brinda tribuna a los representantes de China, Rusia y de los países que se supone apoyan al terrorismo, etc.
Esta preocupación es simulada puesto que los grandes medios de América Latina están bajo el control de Estados Unidos. El grueso de las informaciones que circulan a través de los medios de América Latina surge a partir de cuatro agencias informativas –Reuters, Associated Press, Agence France-Press y EFE. Pareciera que la Agencia Central de Inteligencia hubiese reclutado a casi todos los reporteros, corresponsales y editores de América Latina.
La agencia de noticias española EFE ataca con regularidad a los políticos latinoamericanos que no cuentan con el favor de Estados Unidos. La información es entonces tomada para ser retransmitida por muchas agencias informativas, en programas de radio y televisión, publicaciones en medios electrónicos, revistas y periódicos de gran circulación, redes de distribución de películas, etc. Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Brasil son utilizados por los agentes norteamericanos como trampolines en las operaciones de guerra informativa que apuntan a socavar las estructuras de poder y llevar el caos hacia el público y la vida política y enlodar las reputaciones de los dirigentes nacionalistas.
La participación en hechos de corrupción es la herramienta favorita en la guerra informativa. Fidel Castro ha estado en la lista de corruptos de la CIA durante mucho tiempo. Han dicho que posee varias cuentas bancarias en Suiza y bancos del Caribe. Todo esto sonaba ridículo desde el comienzo. En el año 2010 la revista norteamericana Forbes redujo significativamente “las cuentas secretas” de Fidel Castro desde 40 mil millones de dólares a 900 millones. Se hizo hincapié en que su majestad, la reina de Inglaterra, del Reino Unido y de Irlanda del Norte era más pobre que el histórico líder de la Revolución Cubana. En el año 2012 la revista redujo la riqueza de Castro a solo 550 millones de dólares.
Ahora resulta que el rey de España quedó muy detrás del líder cubano.
Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, ha estado bajo la dura crítica de los activistas de la propaganda occidental supuestamente por el alto costo para satisfacer las necesidades diarias de la presidencia (dicen que la suma gira alrededor de 2 mil millones). Muchas publicaciones se dedican a difundir los gastos que realiza Cristina Fernández de Kirchner, del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y del Presidente de Ecuador, Rafael Correa de quien se informa que ha adquirido una propiedad en Bélgica por valor de 260 millones de dólares. Correa niega de plano estas pseudo-revelaciones. Correa señala que compró un pequeño apartamento en Bélgica para él y su esposa de origen belga. A los periodistas se les entregó copias de la documentación y fotografías de la modesta propiedad adquirida.
Con la ayuda de los medios controlados, Washington pretende impedir el surgimiento de nuevos líderes como Perón o Chávez en el continente. El Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia están sumamente preocupados por las actividades de Andrés Manuel López Obrador, el ex candidato al cargo de presidente de México. En el año 2012 diferentes esquemas y triquiñuelas se emplearon para arrebatarle la victoria en la elección presidencial.
Enrique Peña Nieto le robó la elección con la ayuda de los magnates mexicanos y de Estados Unidos.
Con su elevada tasa de preferencia, López Obrador podría vengarse el año 2018. Nuevas conspiraciones se están cocinando en laboratorios secretos para el lanzamiento de campañas difamatorias. Por ejemplo, en un reciente tuit dedicado a López Obrador se señala que “él se autodenomina el protector de los pobres”. El video lo muestra tratando de evitar a un buhonero como si no quisiera estrecharle la mano. En realidad, la toma muestra a López Obrador dándole un amistoso abrazo a su partidario luego de una breve charla. Un canal de televisión pro-norteamericano falsificó “creativamente” el video para adulterar lo que realmente mostraba. ¿Quiénes se habrán dado cuenta en México, donde presentadores de radio y televisión siguen sirviendo los intereses de Estados Unidos?
Traducción Sergio Anacona
*Abwehr – Agencia de Inteligencia de la Alemania Nazi
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