* Stefan Andrés Correa fue detenido en Miami cuando pretendía realizar su viaje número 46 al país sudamericano en tan solo dos años.
«Que tenga 10 u 11 años, flaquita, blanca, bajita» eran las peticiones de Stefan Andrés Correa, un ecuatoriano-estadounidense que en los últimos dos años viajó 45 veces desde EE.UU. a Colombia para abusar sexualmente de menores de edad.
Correa fue detenido el pasado viernes por las autoridades del país norteamericano en el Aeropuerto Internacional de Miami, cuando pretendía abordar un vuelo con destino a la capital colombiana, Bogotá, para luego tomar otro, que lo llevara a Medellín.
Durante la captura, se le incautaron nueve celulares, que tenían videos de los abusos sexuales a menores de edad en los que él mismo aparecía, y conversaciones con un proxeneta que le organizaba los encuentros sexuales en la capital antioqueña.
La emisora W Radio tuvo acceso a estos chats, en los que Correa reitera su preferencia por las niñas de entre 10 y 12 años y detalla cómo deben comportarse.
Pactando uno de los encuentros con una menor de 11 años, el sujeto dice que, si la menor «se porta bien» y le «deja llegar hasta el final» sin «llorar del dolor» y sin pedirle que «pare», le pagará 300.000 pesos (alrededor de 77 dólares) y le regalará un iPhone 7 u 8 Plus.
Luego, le dice a la proxeneta que una de las niñas le «busque una amiga, que tenga 10 u 11 años, flaquita, blanca, bajita», prometiendo darle un iPhone 7 Plus y «a su amiga un iPhone 8 por ser más atrevida».
En otro fragmento, el intermediario confirmó que una de las niñas había dicho que sí, aunque preguntó si sería penetrada «hasta el fondo», a lo cual Correa responde: «Para ser honesto, lo haré completamente y terminaré dentro de ella. No quiero que ella diga ‘no’ o ‘hasta donde puedes llegar’. […] Por favor, no interrumpas, pase lo que pase. Ella necesita comprender la belleza del amor».
Correa aceptó su responsabilidad por los delitos de explotación sexual de menores de 18 años y el intento de viajar con la intención de participar en conductas sexuales ilícitas que se le imputan en EE.UU. Podría recibir una condena de entre 15 años de prisión y la cadena perpetua.