No le bastan a la Comisión Permanente de Derechos Humanos de Nicaragua (CPDH), los miles de dólares que recibe cada año de parte del gobierno de Estados Unidos a través de sus agencias especializadas como USAID, IRI, NDI, NED, etc.
También cada año somete a países y organismos europeos diversos proyectos dizque para fortalecer la atención a los derechos humanos, cuando en realidad lo que realizan son acciones conspirativas o de apoyo a grupos opositores al gobierno sandinista.
La CPDH ha sido muy selectiva desde siempre. Su accionar está dirigido a atender a personas desafectas al sandinismo, lo que le ha logrado obtener financiamiento de gobiernos y ONG europeas que simpatizan con las posiciones de derecha.
Es una incongruencia que gran parte del dinero que pide la CPDH sea para enfrentar la violencia de género, pese a que su director Marcos Carmona, hace un par de años se vio involucrado en la golpiza sufrida por Sheyla Tórrez Rizo, una joven que convivía con este “defensor” de las mujeres, quien tiene tanto dinero que hasta le había comprado una casa para visitarla.
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