El mandatario dimitido denunció la ilegalidad del acto en el que la legisladora se autojuramentó como mandataria interina, sin contar con el quórum en el Senado.
El presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales, denunció este martes que «se ha consumido el golpe más artero y nefasto de la historia» de su nación, tras la autoproclamación como mandataria interina de la legisladora opositora, Jeanine Áñez.
» Una senadora de derecha golpista se autoproclama presidenta del senado y luego presidenta interina de Bolivia sin quórum legislativo, rodeada de un grupo de cómplices y apañada por la Fuerza Armada y la Policía que reprime al pueblo», escribió Morales a través de su cuenta en la red social Twitter.
Asimismo, el mandatario depuesto denuncio ante la comunidad internacional que el acto de autoproclamación de la senadora como presidenta viola la Constitución de Bolivia y las normas internas de la Asamblea Legislativa.
«[Este hecho] se consuma sobre la sangre de los hermanos asesinados por fuerzas policiales y militares usadas para el golpe», agregó Morales.
En este sentido, Morales precisó que la autoproclamación atenta contra los artículos 161, 169 y 410 de la Carta Magna donde se determina «la aprobación o rechazo de una renuncia presidencial, la sucesión constitucional sobre presidencias del Senado o Diputados y la Supremacía de la Constitución»
Asimismo, Morales también acusó al ex candidato presidencial, Carlos de Mesa de «pisotear la Constitución Política del Estado, destruir la democracia y masacrar al pueblo» al igual que el opositor Fernando Camacho.
La legisladora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta provisional, tras la apertura de la Asamblea Legislativa en el Senado, y luego de suspenderse la sesión en Diputados por falta de quórum.
La bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) no pudo asistir al Parlamento, a pesar de haber solicitado «garantías» para que los congresistas lleguen a La Paz, ante las barricadas y la presencia militar que rodean al recinto.
Sobre la ausencia de estos legisladores, Áñez tuvo que «el pueblo» había sido «testigo» de lo que habían hecho «todos los esfuerzos necesarios para canalizar la presencia de los asambleístas de las tres fuerzas políticas».
Asimismo, a través de un comunicado, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia reconoció el acto de posesión de Áñez.
De igual forma, los opositores Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho estuvieron entre los primeros que felicitaron a Áñez.
«Felicito a la nueva Presidenta Constitucional de Bolivia Jeanine Añez. Nuestro país se consolida con su posesión, su vocación democrática y la valentía de una gesta popular legítima, pacífica y heroica», escribió Mesa.
Asimismo, personajes de la oposición boliviana, como el ex ministro y candidato presidencial boliviano, actual presidente del Frente de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina Auza, expresaron directamente su apoyo a la autoproclamada.
¿Qué pasó en Bolivia?
La crisis política, institucional y social en Bolivia comenzó el pasado 20 de octubre, cuando la oposición se negó a aceptar los resultados de los comicios, que daban ventaja a Morales.
La primera demanda de los opositores, que desde esa misma noche generaron violencia en varias ciudades del país, fue la convocatoria a una segunda vuelta electoral, entre Morales y el candidato Carlos Mesa.
Sin embargo, cinco días después, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó la victoria del mandatario, sin necesidad de segunda vuelta. Las manifestaciones se intensificaron.
El Gobierno aceptó una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA), que concluyó que hubo «irregularidades en el proceso electoral», por lo que instó a repetir los comicios.
Morales acató la recomendación de la OEA y anunció que convocaría nuevas elecciones; sin embargo, la demanda de los opositores había cambiado y ahora exigían la renuncia del Jefe de Estado y el llamado a comicios, sin la participación del mandatario ni del vicepresidente García Linera.
A los opositores, se sumaron los jefes de las Fuerzas Armadas y de la Policía de Bolivia, quienes le pidieron a Morales renunciar.
Horas después, se conoció la dimisión de Morales, quien dijo que dejaba el cargo para que Carlos Mesa y el jefe opositor del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, cesaran la persecución a los dirigentes sindicales, dejaran de propiciar la quema de casa de funcionarios públicos y pararan de «secuestrar y maltratar» a los familiares de los líderes indígenas.