* El exalcalde de South Bend ha derrotado esta semana a Bernie Sanders en el caucus del partido Demócrata en Iowa.
Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend (Indiana), ha derrotado esta semana a Bernie Sanders por escaso margen en el caótico caucus del partido Demócrata en Iowa, marcado por un largo retraso en la publicación de los resultados.
Si bien el proceso de las primarias durará hasta junio, los resultados de la votación en Iowa se consideran determinantes en las campañas electorales. ¿Qué se sabe del candidato que, como él mismo dice, es «el único veterano de guerra ‘millennial’, gay, episcopaliano, maltés-estadounidense y zurdo en la carrera electoral»?
Datos de interés de un candidato histórico
A sus 38 años —solo tres por encima de la edad mínima legal para ser presidente— Pete Buttigieg es el candidato más joven que participa en la carrera presidencial, y aspira a convertirse en el mandatario más joven en la historia de EE.UU.
Hijo de dos académicos —una lingüista estadounidense y un inmigrante de Malta traductor del marxista italiano Antonio Gramsci,— Buttigieg estudió en Harvard y Oxford, y habla ocho idiomas: inglés, noruego, castellano, italiano, maltés, árabe, farsi darí y francés.
Sirvió como reservista del Ejército entre 2009 a 2017, alcanzando el rango de teniente y siendo galardonado con una medalla tras pasar siete meses desplegado en Afganistán en 2014.
En 2012 fue elegido alcalde de su ciudad natal, South Bend, con tan solo 29 años, convirtiéndose en el alcalde más joven de una ciudad con más de 100.000 habitantes.
En 2015, antes de ser reelegido para su segundo mandato, el ‘mayor Pete’ (alcalde Pete) anunció que es homosexual por medio de una columna en un diario local. «Ser gay no ha tenido ninguna incidencia en mis trabajos en el sector privado, en el Ejército o en mi rol actual como alcalde», aseguró Buttigieg entonces, añadiendo que este hecho no le hace «mejor o peor a la hora de manejar una hoja de cálculo, un rifle, una reunión de un comité o de contratar a alguien».
El político fue reelegido para un segundo mandato con un 80 % de los votos, y se convirtió en el primer alcalde homosexual en Indiana, uno de los estados más conservadores de EE.UU. En 2018, se casó con su pareja, Chasten Glezman.
Buttigieg es cristiano practicante y miembro de la Iglesia episcopal.
Su apellido, de origen maltés, resulta difícil de pronunciar hasta para el propio presidente Donald Trump. El candidato demócrata ha explicado en varias ocasiones que se debe separar en tres partes para su correcta pronunciación, mientras que su campaña incluso ha lanzado camisetas y ‘merchandising’ con la traducción fonética.
Propuestas y puntos fuertes
El candidato más joven también aspira a convertirse en el primer alcalde que ‘salta’ directamente del ayuntamiento a la Casa Blanca. Ante la competencia de rivales más experimentados y que lo doblan la edad, Buttigieg ha construido su campaña en torno a la idea del cambio generacional, argumentando que sería un puente hacia una nueva era de la política estadounidense.
En un video difundido en enero, explicó que pertenece a una generación «que está avanzando en este momento», que vivió los tiroteos escolares, sirvió en las guerras después del 11S, y que será «la primera en ganar menos» que sus padres, «a menos que hagamos algo diferente».
Entre sus propuestas radicales figura la eliminación de los colegios electorales, de tal forma que los presidentes salgan elegidos directamente por voto popular, o la de agregar más bancas a la Corte Suprema. También apoya la idea de un sistema de salud público universal —aunque sin abandonar el de seguros médicos privados— y una educación superior más asequible; al tiempo que aboga por simplificar el acceso a la ciudadanía estadounidense para los inmigrantes, limitar la compra de armas y actuar contra el cambio climático. Se estima que sus propuestas más moderadas en el ámbito de la sanidad, la educación o los impuestos podrían ayudarle a atraer a los votantes de centro.
Críticas y puntos débiles
Junto a su falta de experiencia en Washington, los analistas destacan como una de sus principales debilidades el escaso apoyo que recaba entre los votantes afroamericanos (obtuvo menos del 1 % de apoyo de los demócratas afroamericanos en una encuesta de 2019). En 2012, el ‘alcalde Pete’ solicitó la renuncia del primer jefe de Policía afroamericano de South Bend en medio de una polémica por escuchas ilegales de llamadas telefónicas de los oficiales, después de lo cual la ciudad fue demandada por discriminación racial. Por otro lado, en agosto de 2019, el grupo Black Lives Matter pidió su dimisión por no despedir al jefe de Policía tras el asesinato de un hombre afroamericano por un agente blanco.
En 2015, Buttigieg hablaba sobre reconciliación racial, cuando pronunció la frase «all lives matter» («todas las vidas importan»), que se considera contraria al movimiento Black Lives Matter. En 2019, aseguró que en aquel momento no sabía que la frase se estaba convirtiendo en «una especie de eslogan contrario a Black Lives Matter» y que, desde que se enteró, ha «dejado de usarla en ese contexto».
Otra gran incógnita es si los estadounidenses votarían a un presidente homosexual. Una encuesta publicada en octubre reflejaba que solo la mitad de los votantes estadounidenses se declaraban preparados para tener un presidente gay. Esta semana, se ha viralizado un video en el que una votante de Iowa solicita rescindir su voto por Buttigieg tras enterarse de que es homosexual. «¿Estás diciendo que él tiene la pareja del mismo sexo?», preguntó la mujer. «No quiero a nadie así en la Casa Blanca», sentenció.
Fuente: RT