* La activista se mantenía tras las rejas en el estado de Florida condenada por ejercer como agente extranjera y conspirar para actuar como espía de Rusia.
La activista rusa María Bútina ha abandonado la prisión en Florida (EE.UU.) en la que durante varios meses permaneció tras ser condenada por ejercer como agente extranjera y conspirar para actuar como espía de Rusia.
Bútina fue sentenciada a 18 meses tras las rejas en abril, cuando ya había cumplido nueve meses recluida por las autoridades estadounidenses. Según indicó Anatoli Antónov, embajador ruso en EE.UU., la activista sería trasladada a un centro migratorio en Miami del que será enviada a Rusia, donde se prevé su llegada para este 26 de octubre.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia había declarado en mayo que la pena dictada contra la mujer de 30 años estuvo motivada políticamente.
«Nuestra compatriota ha sido condenada solo por ser ciudadana de Rusia», reza el comunicado de Exteriores, en el que se precisa que la sentencia supone «una mancha vergonzosa en el sistema judicial estadounidense que completó sin cuestionamientos un encargo político evidente».
El padre de la acusada, Valeri Butin, denunció en una entrevista con RT que su hija había estado mucho tiempo encerrada en régimen de aislamiento, algo que «no puede sino tener un impacto negativo en su condición física y mental», debido a que «es difícil decir cuánto tiempo una persona común puede soportar ese tipo de tortura».
A finales de 2018, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que había consultado «a todos los jefes de los servicios secretos quién es y ninguno de ellos sabe nada» sobre Bútina y su supuesta actividad como agente.
* En 2016, María Bútina llegó a Estados Unidos para estudiar Relaciones Extranjeras en la Universidad Americana (Washington).
* El 15 de julio de 2018, fue detenida bajo la acusación de ejercer como agente extranjera y conspirar para actuar como espía de Rusia en territorio norteamericano.
* Se ha señalado a Bútina por organizar eventos en favor del derecho de poseer armas de fuego, actividades que, según EE.UU., no estaban debidamente registradas como cabildeo político y promovían los intereses de Rusia.
* A pesar de que en principio rechazó los cargos, el pasado 10 de diciembre trascendió que Bútina aceptó cooperar con las autoridades estadounidenses y declararse culpable, aunque solo del cargo de conspiración.