Le “peló la cara” completamente el diario italiano FarodiRoma al obispo ultraderechista Silvio Báez, a quien califica como “opositor de facto en lugar de un pastor”, por lo que señala de “sabia decisión del Papa Francisco el traslado a Roma por un período prolongado».
Un artículo elaborado desde la redacción del FarodiRoma, aborda el último mensaje de los obispos de Nicaragua, que “finalmente expresan su apoyo a cualquier iniciativa de diálogo entre el gobierno y la oposición «que se lleva a cabo con buena voluntad», en particular con referencia al «esfuerzo que la Santa Sede está realizando a través de los diversos mensajes enviados por el Papa Francisco y la presencia del nuncio apostólico como testigo y guía internacional a las conversaciones en curso”.
Para el diario italiano, es un “cambio agradable con respecto a la decisión de febrero pasado de no participar en la negociación, poniendo una piedra en ella. Sin embargo, el documento tiene un tono predominantemente crítico hacia el liderazgo actual, a pesar de haber sido elegido regularmente, cuando recuerda que ‘los organismos gubernamentales no son un poder arbitrario o la oportunidad de distribuir privilegios y beneficios’”.
La carta aludida fue la manera que encontraron los miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua de obedecer el mandado del Papa Francisco, sin aparecer ante sus seguidores políticos como que les habían “doblado el brazo”.
Es así que en el documento instan al respeto por la democracia y la independencia de poderes y, con respecto al sistema electoral, los obispos piden que se renueve para que sea «confiable e independiente».
Los obispos dijeron al conocer que Báez había sido apartado de Nicaragua, que «nuestra fe en Jesucristo muerto y resucitado no nos permite permanecer al margen de los acontecimientos», y agregaron que «no es evangélico cerrarse y, lo que es peor, despertar sentimientos de odio entre los demás hermanos», que fue precisamente lo que ellos hicieron en abundancia en los tranques de la muerte.
Pero bien, la exigencia papal les hizo “exigir una transformación cualitativa de la sociedad sobre la base de una paz duradera, justa y coherente con los intereses de todos. Es la paz que necesita nuestro país para no repetir una historia de sufrimiento, muerte, dolor y agonía”.
Este último párrafo redactado por los obispos, refleja exactamente lo que venía haciendo el gobierno del presidente Daniel Ortega hasta antes del 18 de abril pasado, cuando la oposición antisandinista, liderada por Silvio Báez, según su propia confesión, intentó hacerse con el poder mediante un golpe de Estado.
La carta de la Conferencia Episcopal es apreciada por FarodiRoma como un “documento, por lo tanto, más equilibrado que las posiciones abiertamente antisandinistas expresadas por los obispos en un pasado reciente.
“Este balance es probablemente el primer fruto de una sabia decisión del Papa Francisco: el traslado a Roma «por un período prolongado», del obispo auxiliar de Managua, monseñor José Silvio Báez, quien especialmente en el último año se ha comportado como un opositor de facto en lugar de un pastor”, precisa.
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FarodiRoma recuerda que los medios afines a Silvio Báez señalaron que el traslado se debió a que recibió presuntas amenazas de muerte, y a la vez rememora que a su paso por Miami, “donde se detuvo antes de llegar al Vaticano, produjo más posiciones extremistas antisandinistas”.
El periódico italiano también le “refresca” a Báez que “tropezó con sus palabras” al ignorar que había sido grabado meses atrás hablando en una reunión, “ansioso por mostrarse como líder político del golpe de Estado, tropezó en su propio idioma, exponiendo la trama, los protagonistas y los objetivos del intento de golpe de Estado y los movimientos futuros del golpe”.
Y concluyen: «Desde la grabación – Fabrizio Cesari escribe en other news.org – escuchamos oraciones inequívocas sobre su responsabilidad y la de casi toda la Conferencia Episcopal de Nicaragua en el intento de golpe de Estado que durante meses ha ensangrentado a Nicaragua.
“Además de declarar el deseo de enviar al presidente de Nicaragua Daniel Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo, al escuadrón de fusilamiento, instó a la oposición a integrar sus filas con cualquiera: abortistas, homosexuales, drogadictos, narcotraficantes y cualquier persona que estuviera disponible.
“Agradeciendo a Estados Unidos («nos ayudan», dijo) por las leyes salvajes que afectaron a los líderes nicaragüenses, expresó todo su desprecio por el Ministro de Relaciones Exteriores y el Ejército e invitó a la oposición a una organización mayor, pero siempre con sus pasos en armonía con la iglesia. ¿Para qué propósito? Las elecciones anticipadas o el terror”.