Firman “Declaración de La Paz” contra golpismo de ultraderecha

La izquierda dio el domingo un paso adelante en su compromiso para proteger la democracia y los derechos humanos frente a la «principal amenaza a la paz social en el siglo XXI: el golpismo de la ultraderecha».

Catorce líderes de la izquierda de 11 países distintos, han suscrito la Declaración de La Paz, un manifiesto que alerta de las consecuencias del crecimiento y desarrollo de la extrema derecha y sus estrategias de «mentira y difamación sistemática de los adversarios».

Evo Morales (expresidente de Bolivia) y Luis Arce (presidente electo de Bolivia); Alberto Fernández (presidente de Argentina); Pablo Iglesias (vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 de España); José Luis Rodríguez Zapatero (expresidente de España); Dilma Rousseff (expresidenta de Brasil); Rafael Correa (expresidente de Ecuador) y Andrés Arauz (candidato a la Presidencia de Ecuador); Alexis Tsipras (expresidente de Grecia); Daniel Jadue (candidato a la Presidencia de Chile); Gustavo Petro (candidato a la Presidencia de Colombia); Verónica Mendoza (candidata a la Presidencia de Perú); Jean Luc Melenchon (líder de Francia Insumisa) y Caterina Martins (líder del Bloco de Esquerda portugués) son los firmantes de este manifiesto.

La iniciativa que ha dado lugar al texto ha venido por parte de Luis Arce, Alberto Fernández y Pablo Iglesias. Los mandatarios que suscriben el manifiesto han coincidido el domingo en La Paz, en el acto de toma de posesión de Arce como presidente de Bolivia, «país que se ha convertido en referencia internacional de la respuesta ciudadana al golpismo».

«La crisis vinculada a la grave pandemia que golpea a la humanidad ha puesto en evidencia las principales debilidades de nuestras formas de organización social: la fragilidad de los sistemas de salud y de los servicios públicos; la erosión, resultado de años de neoliberalismo, de los mecanismos de protección social con los que cuentan los Estados; la insostenibilidad social, económica y ecológica de los modelos dominantes de extracción para exclusivo beneficio empresarial; y, con una intensidad especialmente preocupante, los peligros a los que se enfrentan los sistemas democráticos en todo el mundo», comienza el manifiesto.

En este contexto, el manifiesto alerta de que «hoy la democracia está amenazada y basta con analizar los acontecimientos políticos de los últimos meses en Bolivia, país anfitrión de esta Declaración, para constatar que la principal amenaza a la democracia y la paz social en el siglo XXI es el golpismo de la ultraderecha».

«Una ultraderecha que se expande a nivel global, que propaga la mentira y la difamación sistemática de los adversarios como instrumentos políticos, apelando a la persecución y la violencia política en distintos países.

Promueve desestabilizaciones y formas antidemocráticas de acceso al poder», reza el texto, que también advierte de que «esta acción antidemocrática se potencia allí donde encuentra poderes comunicacionales a su servicio, que acumulando un inmenso poder de influencia, pretenden manipular y tutelar las democracias en defensa de sus intereses políticos y económicos».

Frente a la ultraderecha, «los firmantes de esta Declaración, gobernantes, expresidentes y líderes progresistas en nuestros respectivos países de Iberoamérica y Europa, afirmamos nuestro compromiso histórico de trabajar conjuntamente por la defensa de la democracia, la paz, los derechos humanos y la justicia social frente a la amenaza que representa el golpismo de la ultraderecha», concluye el manifiesto.

Declaración de La Paz, en defensa de la democracia

La crisis vinculada a la grave pandemia que golpea a la humanidad ha puesto en evidencia las principales debilidades de nuestras formas de organización social: la fragilidad de los sistemas de salud y de los servicios públicos; la erosión, resultado de años de neoliberalismo, de los mecanismos de protección social con los que cuentan los Estados; la insostenibilidad social, económica y ecológica de los modelos dominantes de extracción para exclusivo beneficio empresarial; y, con una intensidad especialmente preocupante, los peligros a los que se enfrentan los sistemas democráticos en todo el mundo.

Hoy la democracia está amenazada y basta con analizar los acontecimientos políticos de los últimos meses en Bolivia, país anfitrión de esta Declaración, para constatar que la principal amenaza a la democracia y la paz social en el siglo XXI es el golpismo de la ultraderecha.

Una ultraderecha que se expande a nivel global, que propaga la mentira y la difamación sistemática de los adversarios como instrumentos políticos, apelando a la persecución y la violencia política en distintos países. Promueve desestabilizaciones y formas antidemocráticas de acceso al poder.

Esta acción antidemocrática se potencia allí donde encuentra poderes comunicacionales a su servicio, que acumulando un inmenso poder de influencia, pretenden manipular y tutelar las democracias en defensa de sus intereses políticos y económicos.

Reunidos en La Paz con motivo de la toma de posesión de Luis Arce como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, país que se ha convertido en referencia internacional de la respuesta ciudadana al golpismo, los firmantes de esta Declaración, gobernantes, expresidentes y líderes progresistas en nuestros respectivos países de Iberoamérica y Europa, afirmamos nuestro compromiso histórico de trabajar conjuntamente por la defensa de la democracia, la paz, los derechos humanos y la justicia social frente a la amenaza que representa el golpismo de la ultraderecha.

La Paz, 8 de noviembre de 2020

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