Stephen Sefton
Varias cumbres internacionales tomarán lugar en el próximo mes de noviembre, que permitirán ver el alcance e impacto a corto plazo en las relaciones internacionales de las importantes decisiones y acuerdos de la 16 Cumbre de los países BRICS en Rusia, la semana pasada.
Las principales cumbres en noviembre serán el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico del 10 al 16 de noviembre en Lima, Perú; la COP-29 sobre el Cambio Climático en Baku, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre; y la cumbre G-20 en Rio de Janeiro, Brasil el 18 y 19 de noviembre.
En estos foros los países del mundo mayoritario se reúnen con los países desarrollados, de una manera que permite valorar cómo está tomando forma la configuración del poder en el nuevo orden mundial.
En todos estos eventos, por medio de sus gobiernos y sus aliados regionales, las élites gobernantes de los Estados Unidos norteamericanos y los demás países del Occidente, resisten las iniciativas de los pueblos del mundo mayoritario que intentan asegurar relaciones internacionales más equitativas y democráticas.
Las y los dirigentes occidentales siempre intentan aprovechar cada oportunidad para atacar a la Federación Rusa, criticar a China y explotar las desavenencias eventuales que tienen estos dos países con terceros. Una instancia clara de esta realidad es el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacifico, que en noviembre se reunirá en Lima, Perú
Las economías miembros del foro APEC son principalmente gobiernos, pero incluyen también los dos territorios de la República Popular China, Hong Kong y Taiwán. Se puede dividir los integrantes del foro APEC entre países independientes y países alineados con los Estados Unidos norteamericanos, de una manera que refleja el declive del poder occidental y un mundo mayoritario cada vez más independiente.
La integración de Indonesia, Tailandia, Vietnam y Malasia como socios formales de BRICS+ significa que los países más poderosos de la Asociación de Naciones de Asia Sur-Este prefieren afirmar su soberana independencia, que someter el destino de sus pueblos a los caprichos imperialistas.
Otros países de ASEAN, como Camboya, Laos y Myanmar son socios en diálogo de la Organización de Cooperación de Shanghai. Para el momento, el único país de ASEAN que se alinea con Occidente es Filipinas. De manera enfática, la decisión de casi todos los países de ASEAN es de sumarse a la integración eurasiática.
En el caso de los países latinoamericanos miembros de APEC, México, por el momento, a pesar de ser integrante del tratado de libre comercio TMEC con Canadá y los Estados Unidos norteamericanos, mantiene una firme política soberana independiente, sin querer en este momento integrarse al grupo BRICS+.
Esta posición podría cambiar si los otros dos países norteamericanos deciden seguir agudizando las diversas disputas que tienen pendientes con el gobierno de México, como las relaciones con China, el estatus del maíz genéticamente modificado y la persistente injerencia yanqui en asuntos internos de México. Los otros países latinoamericanos integrantes de APEC son Chile y Perú que juntos no llegan a la tercera parte del Producto Interno Bruto de México.
En términos de su población, los países de APEC alineados con los Estados Unidos norteamericanos no tienen el mismo potencial de mercado interno, por mucho, en comparación con los países independientes del mundo mayoritario. Y ahora los países independientes de APEC también superan en PIB a los países alineados con Occidente.
Sin embargo, queda a ver si los Estados Unidos norteamericanos y sus aliados en la cumbre de APEC en Lima estarán capaces de reconocer esta realidad. No se sabe qué será la situación de los Estados Undios norteamericanos después de las elecciones nacionales del 5 de noviembre, especialmente si Donald Trump gane la presidencia. Además, con la derrota estratégica política, económica y militar del Occidente en Ucrania, la situación mundial es muy diferente.
Hay mucha más claridad en el mundo mayoritario ahora sobre la legitimidad de la Operación Especial Militar de Rusia en Ucrania. Además, el mundo mayoritario rechaza el apoyo incondicional de los países occidentales al genocidio sionista en Palestina y el Líbano. La mayoría de los países observan también el fracaso del modelo económico neoliberal del Occidente en términos del crecimiento y la productividad y resienten cada vez más el dominio contraproducente del sistema financiero occidental.
Es probable que estos temas y otros del comercio y de la gobernanza internacional, como por ejemplo el estancamiento en la Organización Mundial de Comercio y la falta de reforma del Fondo Monetario Internacional, van a impedir significantes avances positivos en el Foro de APEC en Lima.
Las dementes creencias falsas del Occidente y sus aliados chocan con la realidad del nuevo orden mundial. Las élites occidentales y sus países satélites todavía creen que su poder militar es sin par, que no hay alternativa a la economía de mercado neoliberal, que Rusia es aislado, que será posible contener a China y que la iniciativa BRICS+ no tiene futuro.
Todas estas falsas creencias impiden que las élites occidentales y los gobiernos de que son dueñas, desarrollen la única respuesta racional a su fracaso político, económico y moral, la cual es aceptar la realidad, abandonar su acostumbrado sadismo e hipocresía y buscar nuevas oportunidades para resolver sus propios profundos problemas socio-económicos.
Lo más probable es que esta situación y estas tensiones también van a caracterizar la COP-29 sobre el Cambio Climático en Baku, Azerbaiyán y la cumbre de los países G-20 en Rio de Janeiro, Brasil. En relación al COP-29, se trata de si será posible negociar acuerdos que responden de manera adecuada a la acumulada frustración de los países del mundo mayoritario ante la falta de compromiso serio y concreto de parte de los países ricos.
La internacionalmente reconocida posición ambiental consecuente desarrollada para Nicaragua por el Dr. Paul Oquist Kelley (qepd) y su equipo, siempre ha criticado la falta de ambición de parte del bloque occidental y la frescura con que siempre se han tratado las preocupaciones y dilemas de los países empobrecidos del mundo mayoritario.
En una entrevista en 2020 sobre su libro “Equilibra”, el Dr. Oquist aseveró que hay “nueve alienaciones que nos están llevando a la extinción, factores subjetivos. Y una de ellas es la creencia de que el crecimiento ilimitado, interminable y sin sentido de la producción, el consumo y la acumulación de riqueza, puede ocurrir continuamente en un planeta con recursos degradados, en declive y limitados.
Y el nombre de esa alienación es capitalismo, que cree que puede haber una acumulación interminable de capital, una acumulación interminable de capital basada en una producción y consumo interminables y trabaja en esa dirección, lo que nos está llevando a la extinción.”
Como parte de la demanda por la justicia climática y la indemnización formulada por nuestro gobierno liderado por el presidente comandante Daniel y vicepresidenta compañera Rosario, el Dr. Oquist siempre fue enfático en señalar que apenas 20 países, todos los países más ricos del mundo, son responsables de 80% de las emisiones que provocan el alza de las temperaturas en el planeta. Nicaragua ha sido entre los pocos países del mundo con el valor de hablar clara y elocuentemente del papel del capitalismo salvaje como causa del cambio climático.
Por ese motivo, el Dr Oquist comentó que “Nicaragua desempeña un papel inspirador para el resto del mundo en este momento, si se observa el papel especial de Nicaragua que está boxeando por encima de su peso en términos de todas las negociaciones sobre el cambio climático y todas las cosas que ha hecho Nicaragua con respecto al cambio climático.”
Sin embargo, a pesar de las importantes iniciativas de parte de los muchos países que comparten las posiciones promovidas por Nicaragua, es difícil creer que el COP-29 en Azerbaiyán tendrá muchos avances. Parece que la agenda de la Conferencia será dominada por todavía más discusión del tema del financiamiento para combatir el cambio climático. Es un tema que ha persistido sin resolución desde el Acuerdo de Paris de 2015.
En Paris, se estableció la figura del Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo (NCQG) para intentar fijar un nuevo objetivo financiero en apoyo a los países en vías de desarrollo y ayudarles a combatir el Cambio Climático después del año 2025. En teoría, la aspiración del COP-29 es de finalmente definir cómo se va a cumplir con los niveles de financiación adecuada a las naciones con mayor vulnerabilidad al cambio climático.
A la par de esta anunciada aspiración, los países ricos que dominan las Naciones Unidas insisten en priorizar iniciativas del llamado “mercado de carbón” y del financiamiento de parte del sector empresarial de la economía mundial. Pero no se contempla avanzar en la eliminación de las subvenciones de combustibles fósiles que benefician a las empresas petroleras transnacionales de los países ricos.
Y, a pesar de su enfoque en las finanzas, no está claro que la Conferencia va a tratar el tema fundamental de la situación adversa de las naciones endeudadas que les impide actuar ante el cambio climático. No ha habido avance en el desarrollo del Fondo de Pérdidas y Daños y queda a ver si avanzará ahora, cuando Filipinas, un aliado del Occidente, asume la presidencia de su junta directiva.
La COP-29 va a tomar lugar en el contexto obsceno de los conflictos en Europa y Asia Oeste. Los ricos países occidentales miembros de la OTAN han entregado alrededor de US$200 mil millones para impulsar su guerra contra Rusia en Ucrania y decenas de miles de millones de dólares más en apoyo al genocidio sionista en Palestina y el Líbano.
Ese mismo contexto va a dominar la cumbre de los países del G-20 que se reúnen en Brasil paralelamente con la COP-29 en Azerbaiyán. El grupo de países G-20 está compuesto de las economías más grandes del mundo que producen 80% del PIB mundial, tienen 60% de la población mundial y aportan 75% del comercio mundial.
Por un lado están los principales países occidentales junto con sus aliados Argentina, Australia, Japón y Corea del Sur, y parece razonable en este momento incluir también a Brasil. Por el otro lado, se incluye en el G-20 un grupo de países independientes, entre los cuales es razonable ahora incluir a los países socios de BRICS+, Arabia Saudita y Turquía, aunque este país todavía es miembro, para el momento, de la OTAN.
El único país independiente que no es miembro o asociado del grupo BRICS+ es México. Queda a ver la postura asumida por la Unión Africana, que se integró al G-20 el año pasado. Las perspectivas para la cumbre del G-20 son quizás todavía más complicadas que para las cumbres de APEC y la COP-29.
En teoría, la cumbre del G-20 en Rio de Janeiro se ha preparado para dedicarse a temas globales como una posible reforma de la gobernanza mundial, la reducción de la pobreza, y el fomento del desarrollo socio-económico sostenible. Es abundantemente claro que los países ricos no tienen interés en ceder terreno en ninguno de estos temas en algún sentido, que podría perjudicar el sistema actual que los favorece.
Si se contempla admitir a Brasil, la India y la Unión Africana como miembros permanentes del consejo de seguridad de la ONU, será a cambio de mantener el mecanismo del veto y porque hasta ahora ninguno de éstos amenaza seriamente el poder del Occidente.
Como el Dr. Oquist recordaba en más de una oportunidad, «El Padre d’Escoto, quien me influyó mucho, tenía un libro sobre la reforma de las Naciones Unidas. Y vio que eso al final era imposible, porque en los artículos 108 y 109 hay candados en las Naciones Unidas. Porque declara que, para hacer el cambio, la Asamblea General tiene que estar de acuerdo además de los cinco miembros del Consejo de Seguridad.
Y el artículo 109 dice que se puede tener una conferencia y que puede tener una mayoría para cambiar las Naciones Unidas, pero debe incluir a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Entonces, hay un veto a la transformación de las Naciones Unidas. Así que, al final, Padre d’Escoto había llegado a la conclusión de que lo que había que hacer era abolirlo y empezar todo de nuevo porque nunca saldrá del poder de veto que Estados Unidos ejerce en todas las propuestas de cambio.”
Los países occidentales y sus aliados, que han violado el derecho internacional de la manera más cínica y deliberada con su apoyo al genocidio sionista en Palestina y el Líbano, jamás van a permitir un cambio significativo en las estructuras o normas de la ONU a favor del mundo mayoritario.
Los países del Occidente han tenido setenta años desde 1945 para impulsar la reducción de la pobreza en el mundo, la eliminación del hambre, la promoción de mayor igualdad y de mayor desarrollo humano. No lo han hecho. En Nicaragua, vivimos la realidad de la receta neoliberal del desarrollo durante 17 años de represión política, social y económica contra la población y vimos el empeoramiento categórico de todos los indicadores socio-económicos.
Si ha habido una reducción de la pobreza a nivel mundial, se debe de manera abrumadora a los esfuerzos de la República Popular China y, en menor grado la India, de liberar sus enormes poblaciones de la extrema pobreza y la pobreza. En los propios países occidentales la desigualdad va en aumento.
Todo indica que la Cumbre del G-20, igual que la Cumbre de APEC en Perú y la COP-29 en Azerbaiyán, serán escenario de un choque entre la demente soberbia occidental y la realidad de un mundo mayoritario soberano e independiente. La agencia Xinhua reporta que, el mes pasado en la Cumbre en Kazán, el presidente Xi Jinping comentó que:
“Los miembros del BRICS deben construir el BRICS para la paz y actuar como guardianes de la seguridad común, construir el BRICS para la innovación y actuar como pioneros del desarrollo de alta calidad, construir el BRICS verde y ser practicantes del desarrollo sostenible, y construir el BRICS para la justicia y liderar la reforma del sistema de gobernanza global.”
Esta visión sensata y humanista del desarrollo humano en el mundo y de las relaciones internacionales de parte de los países independientes del mundo, choca constantemente contra la demente soberbia antidemocrática, antihumanista de la visión fascista occidental. Los países del grupo BRICS+ y las naciones afines insisten en el desarrollo sostenible de una visión de luz y verdad, enfocada en las aspiraciones y necesidades de la persona humana, de las familias, de sus pueblos.
Por el contrario, las élites gobernantes de los países capitalistas trabajan sin descanso de manera odiosa y deshonesta, sádica e hipócrita, en beneficio de sí mismas, en contubernio con las clases políticas vendepatrias de sus propios países y otros países alrededor del mundo que traicionan cínicamente a sus propios pueblos a cambio de mantenerse con alguna apariencia del poder.
En relación a Nicaragua, la Compañera Rosario ha explicado estas dos visiones, estos dos mundos, de la manera siguiente, que aplica también al contexto internacional mundial.
“En ese Mundo enfermo se urden todos los crímenes, todas las miserias, todas las bajezas, todas las tristuras. Ahí viven los lúgubres zombis, que decretan agresión tras agresión, que quieren destrucción, que no quieren ver esta Nicaragua Brillante y Luminosa. Por supuesto, ya no es suya, no les pertenece, no recoge sus estercoleros, porque aquí no hay estiércol… Aquí hay Sublimes y Sacrosantas Realidades.
Ese Mundo de los Condenables aquí no cabe, porque aquí somos Invict@s Guerrer@s del Amor y Constructor@s Cotidian@s de Paz, de Seguridad, de Trabajo, de Bienestar, que es lo que cuenta. Aquí estamos, es el Mundo Real, el Mundo de Luz, de Vida, de Verdad… Es el Mundo Heroico en el que todos los días estamos, Tod@s Junt@s, labrando el Porvenir.
De pie, así estamos, Siempre de Pie, y Siempre Adelante. Allá la vulgaridad azota, les azota, y es su propia ignominia la que se tragan, son sus deleznables alucinaciones, porque no tienen Sueños, son pesadillas. Es lo macabro, es el Mundo de los zombis, un Mundo macabro. Y todo eso es fruto de su propia ignorancia y servilismo…
Allá ni cantos, ni flores, allá lo trágico, el Infierno de la vileza, de la crueldad, de la inmoralidad, de la falsedad… La derrota, la iniquidad… La derrota. Porque Ni Pudieron, Ni Pueden, Ni Podrán, con la Potencia del Amor y de la Paz. Eso es lo que vimos ayer, eso es lo que vivimos todos los días Cómo estamos de empeñados, cómo somos de responsables, alrededor de esa Paz que Somos Tod@s. Y es con Paz, es con Seguridad, es con Amor, una sola y gran Palabra, que se construye el Porvenir.”