Fraguan golpe de Estado «suave» en Nicaragua

Los últimos actos de la oposición en Nicaragua, incluidos el ataque a la Policía el pasado miércoles frente al Consejo Supremo Electoral; la bien calculada histeria por la tragedia de “La Jagüitas” y la anterior de similar tenor por el canal interoceánico, corresponden a la aplicación de la “primavera árabe”, que no es otra cosa que un golpe de Estado presuntamente “suave” o sin violencia.

 Pero no es lo que ha ocurrido en naciones donde las teorías del octogenario politólogo y agente de la CIA, Gene Sharp, se han aplicado. Ríos de sangre han corrido en Irak, Egipto, Libia, Túnez, en el mundo árabe, y en Serbia, Ucrania, Georgia y Kirguistán en la Europa del Este.

En Siria no han podido botar al presidente Bashar al-Asad; fracasaron al pretender asesinar a Hugo Chávez y ahora lo están intentando con el presidente Nicolás Maduro. Más de 200 mil muertos había puesto Siria hasta inicios de 2005, y en Venezuela se cuentan ya por centenares.

ONG como cabecillas

El “golpe suave” de Sharp, aplicado en Europa del Este bajo el nombre de “revolución de colores”, es la nueva forma de Estados Unidos para librarse de gobierno a los que considera hostiles. Una vez logrado el objetivo, conforman un nuevo régimen con los cabecillas de las organizaciones participantes.

Y, sorpresa, en estas “revoluciones de diseño”, los organismos de desestabilización norteamericanos –CIA y NSA-, prefieren utilizar a las ONG opositoras para desarrollar su conspiración.

¿Quién podría sospechar, por ejemplo, que un ONG que asegura defender los derechos humanos es en realidad uno de los brazos ejecutores de la Central de Inteligencia Americana y de la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos?

Todos los caminos llevan a Roma…

El vínculo, sin embargo, es fácil de seguir. En Nicaragua, Venezuela, países árabes y europeos donde han llegado los discípulos de Gene Sharp del brazo de la CIA, principalmente, las ONG involucradas en la política de oposición reciben dinero de organismos financiados por USAID, IRI, NED y NDI, entre otros, señalados por los grandes medios norteamericanos como parte del engranaje de la Central de Inteligencia Americana.

El CENIDH, la CPDH, el IEEPP, Movimiento por Nicaragua, Coordinadora Civil y otros, reciben dinero directamente -o triangulado-, de instituciones vinculadas al gobierno de Estados Unidos, y para ser más claros, de la CIA.

En Venezuela han descubierto lo mismo con las ONG que encabezan la labor de zapa en contra del gobierno del presidente Maduro.

Manual lleno de inmoralidades

Aparte del dinero que les permite conspirar y darse a la vez la gran vida, las ONG opositoras se ponen en evidencia en su afán de botar al gobierno, manipulando acciones que pueden ocurrir en cualquier país, como es el caso de la tragedia de “La Jagüitas”.

Es lo que aconseja el manual de Sharp. El objetivo es desgastar al gobierno y de paso ganar prosélitos al “repudiar” acciones que todo el mundo rechaza por dramáticas e injustas con la familia afectada en este caso. Que haya sido un error, que exista arrepentimiento e incluso que se garantice que habrá castigo para los que dispararon, es lo que menos les importa.

La mesa está servida y asoman hasta los que no estaban invitados.

Lo siguen al pie de la letra

Entre las acciones que aconseja Sharp y que las ONG, acuerpadas por el MRS, el MDN y el PLI, La Prensa y otros medios de comunicación empezaron a aplicar hace algunos años, están las siguientes:

Discursos públicos denunciando abusos generalmente magnificados o inventados. Cartas de oposición o de apoyo, según sea su intención de dañar al gobierno; declaraciones de ONG (como las del CENIDH ante todo lo que ocurre).

Además: caricaturas denigrando a los gobernantes y su familia, y en esto son muy específicos: sugieren usar frases cortas, símbolos (escritos, pintados, dibujados, impresos, gesticulados, hablados, mímica).

También posters, carteles, banderolas, folletos, panfletos, libros, periódicos y revistas, anuncios, radio, televisión, discos, casetes, vídeos.

A la par, plantones con pancartas en lugares simbólicos (como las que realizan los miércoles frente al Consejo Supremo Electoral), y que no nos extrañe si un día de estos escenifican elecciones burlescas o de mofa.

Hasta destruir la propia casa

En un taller sobre “golpes suaves” del español Francisco Cascón Soriano, conocido como “Paco Cascón”, señala como componentes las oraciones y cultos o misas públicos, uso de símbolos como insignias y pines, banderas…

Llega al extremo de proponer la autodestrucción de los propios bienes personales como casas, documentos y credenciales, siempre, por supuesto, en presencia de los medios de comunicación que les apoyan.

Los impulsores de la “primavera árabe” en Nicaragua y resto de Centroamérica, de la que ya hablan medios de comunicación en Estados Unidos y dirigentes de la oposición en nuestro país, mandan a la toma de edificios o terrenos a fin de formar un bastión desde donde dirigir a sus presuntos seguidores, a los que movilizarían a través de las redes sociales.

Hay muchas más acciones, pero esta nota se hizo larga. Las daremos a conocer en próximas entregas.

 

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