Moscú.- Lo peor de los efectos de la pandemia está aún por llegar, predijeron para Sputnik diversos expertos especializados en el campo de la futurología que aseguraron que el año 2021 será todavía peor que el 2020.
El último informe Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI) situó en el -4,4% el Producto Interno Bruto (PIB) mundial y estima que volverá a crecer al 5,5%, aunque también prevé que al menos 90 millones de personas caerán en la indigencia.
Prueba de resiliencia
«El 2021 será peor», dijo a Sputnik el futurólogo estadounidense Thomas Frey, director ejecutivo del Instituto Da Vinci. Para el experto este año estará plagado de «bancarrotas, ejecuciones hipotecarias, inflación, búsqueda de empleos, instituciones fallidas, personas sin hogar y enormes deudas».
Según explicó el futurólogo, la crisis económica que desató la pandemia será la más cara de todo la historia, convirtiéndose así en una suerte de pandemia económica que podría resultar incluso más dolorosa que la epidemia causada por el virus. Como resultado, según Frey, podremos ver un aumento espectacular de la economía sumergida.
«Ni el Estado ni las empresas serán capaces de compensar las consecuencias económicas de los confinamientos. El reto de 2021 será adquirir resiliencia económica y social en lo personal y en lo público», dijo a Sputnik Doris Naisbitt, que monitorea las tendencias económicas y políticas globales además de dirigir el Instituto Naisbitt, con base en China.
Además, Naisbitt destacó que todo ello dependerá de la efectividad de las vacunas contra el COVID-19.
Al respecto, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU recomendó el uso de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer/BioNTech para personas de 16 años y mayores. La Comisión Europea ha firmado seis contratos para comprar la vacuna de Astrazeneca, Johnson & Johnson, Pfizer/BioNTech, Sanofi-GSK, CureVac y Moderna, y se esperan que las primeras vacunas sean aprobadas en enero de 2021.
Rusia, por su parte, desarrolló la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Instituto de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, y cuyo uso masivo empezó en el territorio ruso a mediados de diciembre. China, que desarrolló la vacuna Sinopharm, consiguió que esta fuera aprobada en Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.
«Escuchamos muchas promesas y alabanzas [sobre las vacunas] pero muy poco sobre los posibles efectos adversos de tales vacunas. Hay voces que advierten de que debilita como la gripe a corto plazo y de graves efectos secundarios a medio y largo plazo. Y aparte de eso, uno de cada diez vacunados seguirá siendo vulnerable, así que el distanciamiento social y las máscaras seguirán», argumentó Naisbitt.
Libertad versus restricciones
La pandemia global sacó a colación el tema de la libertad de los individuos que se vio drásticamente recortada por la ola de confinamientos y las trabas a la libertad de movimiento y asociación.
«Las libertades civiles sufrieron un fuerte impacto por las restricciones de movimiento y reunión. En las democracias estables, las restricciones están en su mayoría justificadas y permanecen dentro del derecho internacional. Pero ¿van los gobiernos, que ya han mostrado predisposiciones autocráticas, a levantar las restricciones una vez que el COVID-19 quede bajo control?», se preguntó Naisbitt.
De momento las restricciones siguen endureciéndose en muchos países, teniendo en cuenta la proximidad de las fiestas navideñas y los riesgos derivados de las reuniones, características de esta época.
La fatiga social junto con la creciente presión del COVID-19 sobre los gobiernos, el sistema sanitario, la seguridad social puede rápidamente llevar a un punto de inflexión, que desembocaría en una mayor polarización y tensión social de la vista hasta ahora, cree la experta.
Teniendo en cuenta este análisis, Naisbitt afirma que el mundo del mañana requiere una «alta moral en política» y líderes «con visión y misión», así como el deseo y la habilidad de priorizar la cooperación sobre el nacionalismo. Sin esto, el aumento de la pobreza, la desigualdad y la polarización es inevitable.
Fuente: Sputnik