¿Están pasivos los golpistas? No. Y aunque no se escuchen mucho sus voces desde las elecciones en Estados Unidos en las que perdió su candidato preferido, Donald Trump, actualmente buscan cómo congraciarse con el ganador Joe Biden.
Se mueven en las sombras a través de sus redes locales y extranjeras, organizando eventos financiados desde Estados Unidos y Europa, que buscan hacer creer que tienen gran beligerancia y aceptación entre la población nicaragüense.
Así, vemos al Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), de Sandra Ramos, que llamó el miércoles 25 a una “marcha virtual” en la que, a través de las redes sociales, utiliza el hashtag #VIVAS Y LIBRES NOS QUEREMOS NI UNA MENOS#, con lo que pretende dar a entender que en Nicaragua existe matanza y encarcelamiento de mujeres.
Pese a que nadie les hace caso ni les cree, Ramos asegura” que ni la represión ni la pandemia las callarán” (¿?) e invita a utilizar las plataformas sociales para compartir textos, fotos, carteles, ilustraciones y otras expresiones contra la violencia.
Pide además dar a conocer un comunicado donde exigen la libertad de presuntas presas y presos políticos que solo habitan en su imaginación. El MAM es una ONG que forma parte de grupos LGBT que adversan al gobierno sandinista y que simpatizan con el MRS, partido político que los ha acogido en su seno.
Desde hace varias décadas obtienen jugoso financiamiento del gobierno gringo y sus aliados europeos, utilizando la bandera feminista radical.
Otra actividad de la derecha en Nicaragua será desarrollada en la Universidad Centroamericana (UCA) el 27 de noviembre, siempre usando el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer como excusa.
Ahí, varias periodistas identificadas con el golpismo en 2018 armaron un panel sobre “¿Cómo escribir sobre la violencia machista?”, y no podrán acceder los que quieran, ya que es de carácter privado y con invitación de por medio.