El entrenador del Bayern Munich mostró su malestar con Joshua Kimmich al final del duelo contra Borussia.
El técnico Pep Guardiola no quedó nada contento con el empate (0-0) del Bayern Múnich contra el Borussia Dortmund y luego del partido regañó fuertemente al joven canterano Joshua Kimmich.
Tras decretarse el final del partido, el estratega catalán ingresó al terreno de juego para recriminar algunas acciones al futbolista que ha sido improvisado en la defensa debido a diferentes lesiones en la planilla.
Luego de más de un minuto de irritadas instrucciones, con las cámaras pendientes de la situación, el ex técnico del Barcelona se fundió en un abrazo con el joven alemán.
La reacción de Kimmich es digna de resaltar porque pese al regaño siempre se mantuvo ecuánime en frente de su entrenador.