Hijos de… cualquier cosa, menos de Cuba

Este es el colmo del descaro, del oportunismo cruel y mezquino, hay que verlos como hijos de… quien son -y me disculpan los lectores lo que por poco digo-, para poder entender el comportamiento tan vil de gran parte de los cubanos radicados en Miami.

 

Hoy el mundo se ha levantado en aplausos y ha elogiado las trascendentales transformaciones que de manera positiva se han realizado respecto a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que luego de más de 50 años de enfrentamientos, la luz del entendimiento, la reflexión y de un verdadero sentir de estadistas, han consolidado este reencuentro histórico.

Quienes se oponen al fin de las hostilidades no son más que mercaderes de la desgracia, verdaderos empresarios y manipuladores de la desdicha, generadores de ganancias a costa del sufrimiento del pueblo por culpa del bloqueo y las sanciones que los cubanos han sufrido durante más de medio siglo.

Se les acabaron las excusas

Son unos hijos de… lo que ya saben, unos malos hijos, unos saqueadores de la pobreza. Ellos, más que nadie, han sido los primeros en apoyar las limitaciones en Cuba para su propio beneficio y subsistencia. No les conviene una Cuba como la que hoy se les viene encima, eso ya es un mal negocio, es su quiebra total, se les acabo el “Uyuyuy de los Castro” y del comunismo.

Unos me dicen que esta gente se quedó en el pasado, y no es verdad, ellos han vivido la realidad del presente SIEMPRE y de esa manera han llenado sus bolsillos.

Ahora blasfeman en contra de sus propios líderes religiosos, los llaman traidores, marxistas, etc., etc., etc., se comportan como unos vulgares chabacanes cuando ya no tienen como sostener sus argumentos.

Mercaderes del dolor

Se llenan la boca hablando de derechos humanos y son los primeros que desde el más grande hasta el más pequeño de todos ellos, excluyen, denigran y destruyen a todo aquel que haya pisado Cuba y brindado su solidaridad al pueblo cubano de distintas maneras.

Son unos hipócritas, unos pusilánimes, unos mercaderes del oportunismo.

Ya se les acabo su fiestecita, esa “herencia” generacional de hacer dinero. Si tanto quieren a Cuba a como se rasgan las vestiduras, es tiempo de ir ahora, el pueblo cubano necesita ese dinero, al fin y al cabo, fue por ellos que hoy ustedes, manada de sinvergüenzas, tienen tanto dinero.

Vayan, inviertan y ya no se sigan lucrándose de tan digno pueblo. Pero si aún continúan con su misma cantaleta, los que van a terminar aislados serán ustedes, y créanlo, no van a tener ni siquiera a un monaguillo que interceda por ustedes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *