La senadora por Maryland Barbara Mikulski y el congresista por Georgia John Lewis se encargaron de proponer a los delegados la nominación de Clinton como candidata del Partido Demócrata.
La Convención Nacional del Partido Demócrata proclamó ayer a Hillary Clinton como su candidata a la presidencia en las elecciones de noviembre en Estados Unidos, en un hecho sin precedentes. La ex secretaria de Estado superó el número necesario de votos de los delegados para ser declarada candidata a la presidencia. Es la primera vez que una mujer alcanza esta responsabilidad en uno de los dos principales partidos estadounidenses.
La senadora por Maryland Barbara Mikulski y el congresista por Georgia John Lewis fueron los encargados de proponer a los delegados la nominación de Clinton como candidata demócrata a la Casa Blanca, mientras que la congresista por Hawai Tulsi Gabbard puso sobre la mesa la nominación del senador por Vermont, Bernie Sanders.
“¿Estamos preparados para hacer historia? ¿Estamos preparados?”, preguntó la secretaria de la Convención, Stephanie Rawlings-Blake. El voto se realiza alfabéticamente, estado a estado.
Sin embargo, el tramo final de esta Convención no será un lecho de rosas para la también ex primera dama: muchos de los seguidores de su rival interno, Bernie Sanders, reniegan en darle su voto y hasta los propios dejan entrever que lo harán por una disciplina partidaria.
Ayer, los miles de delegados que llegaron a Filadelfia para participar de la Convención Demócrata llevaron adelante la votación que deberá alcanzar el número “mágico” de 2382 para la proclamación. A pesar de que es un hecho histórico para el país, no todos comparten los festejos de estar dando un paso hacia adelante en lo que hace al desarrollo democrático. La razón de fondo no radica en la falta de acompañamiento en lo que esto significa o en el avance en cuestiones de diversidad y género, sino simplemente por no sentirse atraídos por Hillary Clinton.
Así lo señaló Ruth Foxoll, seguidora de Sanders del Estado de Kentucky, que si bien considera a la ex primera dama una buena candidata, no es a quien votará. “Es bueno que vayamos a tener una candidata mujer, pero no creo que Hillary sea la candidata porque es una persona que gira de un lado a otro, que no está comprometida con ninguna idea”, comentó Foxoll, mientras fumaba un cigarrillo al resguardo de la sombra del Palacio Municipal de Filadelfia.
Cubierta de prendedores con la imagen del senador de Vermont, la mujer de Kentucky reconoció que sólo votaría a Clinton si resulta que en su Estado el voto estuviese muy ajustado con el competidor republicano, Donald Trump. Pero como no cree que eso vaya a ocurrir, irá por el representante del Partido Verde, Jill Stein.
Ted Morris, otro de los seguidores de Sanders que buscaban combatir las altas temperaturas en la galería de un gran edificio, coincidió en que “es bueno” para el país que esté presentándose la posibilidad de contar con una mujer que pelee por la Casa Blanca, pero esto no le modifica su decisión de ir por Stein. “No iré de ninguna manera con Hillary Clinton”, afirmó el oriundo de Florida, mientras sus pequeñas hijas alternaban su atención entre las palabras de su padre y la manifestación pro-Sanders que tenía lugar en la plaza que forma parte del centro municipal de la ciudad.
Saliendo de los lugares donde se reúnen los que votaron a la opción socialista del partido demócrata y a medida que es acercaba el Centro de Convención donde tienen lugar muchas de las actividades que rodean a la Convención, comienzan a aparecer las remeras, prendedores y seguidores de Hillary Clinton con carteles y demás señales de su opción política.
Entre ellos estaba la superdelegada Olma Echeverri, quien llegó desde Charlotte, Carolina del Norte, para dar su apoyo a la ex secretaria de Estado, algo que dejaba ver con su camisa adornada por elegantes prendedores haciendo referencia algunos a Clinton, otros a la agrupación Latinos for Hillary, así como al burro que representa al partido.
Para Echeverri “el mundo está listo para ver a una líder femenina” en Estados Unidos y que eso ocurra “no es sólo un orgullo sino que será un ejemplo para las generaciones venideras, para mis hijas, mis nietas y nietos también, para que se den cuenta de que las mujeres tienen no sólo el derecho sino la capacidad de gobernar”.
La colombiana que vive en los Estados Unidos hace cuarenta años, comentó que la situación de división partidaria expuesta en la Convención por los votantes de Sanders es producto de que están “siguiendo a una persona que apareció y les presentó ideas que le gustaron”.
“Ahora –añade– es el momento de que sigan involucrados para que ayuden a llevar a cabo esas ideas”, dijo en línea con lo que están comenzando a pedir los líderes demócratas más reconocidos, con el propio Sanders a la cabeza.
En ese mismo tono, Germán de Castro delegado también de Carolina del Norte, no dudó en afirmar que “Hillary Clinton es la persona más preparada” que ha tenido el país “fuera de Robert Kennedy”, de quien se confesó un admirador. “El 54 por ciento de la población estadounidense es femenina, es hora de que ya dejemos esos 200 años donde estaban los hombres haciendo daño y vamos a darle una chance a las mujeres de que arreglen esto”, concluyó con una gran sonrisa que combinaba con su blanca guayabera caribeña.
Clinton fue nominada oficialmente ayer como candidata, pero será mañana, con discurso de aceptación, cuando comenzará a recorrer el camino que la podría conducir al gran objetivo truncado en la campaña del 2008: romper el techo de cristal más alto, más duro que hasta ahora no pudo lograr ninguna mujer en su país y convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos.