«Este es el principal consenso que tiene en este momento el pueblo ecuatoriano», aseguró Alejandra Santillán, del colectivo Yasunidos. La empresa Petroecuador acatará el plebiscito
La imponente fachada de la sede nacional de la Casa de las Culturas, cubierta de espejos, se encuentra en el centro de Quito. En su interior se realizan todo tipo de actividades culturales, desde conferencias hasta exposiciones y recitales. Pero este lunes el edificio de 50.300 metros cuadrados está teñido de verde para celebrar el histórico rechazo a la extracción de petróleo en el amazónico Parque Nacional Yasuní. El «Sí» para dejar el crudo bajo tierra en el emblemático bloque 43 de esta reserva alcanzó un respaldo de 59 por ciento, en la consulta popular celebrada el domingo, a la par de los comicios presidenciales y legislativos.
Este parque es uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo y en él habitan distintas comunidades indígenas. Es la joya de la corona de la estatal Petroecuador, que este lunes anunció que acatará los resultados del referendo. Alejandra Santillán, miembro del colectivo Yasunidos, dijo a PáginaI12 que el resultado del referendo «es la demostración de que la democracia directa desde abajo es posible«.
El compromiso de Petroecuador
En un comunicado Petroecuador, que opera el Bloque 43-ITT desde 2016, señaló que esperará que se proclamen los resultados oficiales por parte del CNE para «acatar a cabalidad» la decisión popular «en absoluto respeto de este proceso democrático». La compañía estatal recordó que este lunes el Bloque 43-ITT alcanzó una producción de 58 mil barriles de petróleo, lo que supone alrededor del 11 por ciento del total de la producción de petróleo de Ecuador, que ronda los 480 mil barriles.
Santillán, agitada luego de salir de la conferencia de prensa que reunió a ambientalistas y colectivos indígenas en la Casa de las Culturas, advierte que el compromiso de Petroecuador es importante pero no suficiente. «Ahora necesitamos planes integrales de reparación, el cumplimiento del dictamen de la Corte Constitucional, el retiro de Petroecuador y todas las empresas chinas del territorio Yasuní y de una vez por todas sentarnos a discutir cuál es esa transición social, ecológica y justa que el Ecuador está planteándole al mundo», explica.
La activista ambiental de Yasunidos va un poco más allá y analiza la coyuntura de su país: «Ecuador es un país chiquito de América latina que no necesariamente sale en las portadas de los diarios y que en el último tiempo ha salido precisamente por las masacres carcelarias, el crimen organizado y los gobiernos corruptos. Sin embargo la consulta popular por el Yasuní es el principal consenso que tiene en este momento el pueblo ecuatoriano«.
La consulta nacional sobre el Bloque 43-ITT fue promovida por el colectivo ambientalista Yasunidos después de reunir 757 mil firmas y librar una batalla legal de diez años con los órganos electorales de Ecuador. La extracción petrolera en ese sector empezó en 2016 luego de años de tenso debate y esfuerzos fallidos bajo el gobierno del entonces presidente Rafael Correa. El exmandatario fracasó en su intento por lograr que la comunidad internacional le pagara a Ecuador unos 3.600 millones de dólares en compensación para evitar la extracción en ese campo del Yasuní.
«El lugar de mayor biodiversidad»
En tan solo una hectárea del Yasuní los expertos registraron más de 100 mil especies de invertebrados. Es también el hogar de 600 especies de aves, 220 de mamíferos, 120 de reptiles y 120 de anfibios. En este mediodía soleado y festivo en la Casa de las Culturas, los siete colores de la bandera wiphala se multiplican en la sala y parecen representar a la vasta flora y fauna del bosque.
La enorme riqueza del Yasuní llamó la atención de celebridades como el actor Leonardo Di Caprio, quien hizo campaña por el Sí y aplaudió el referendo como «un ejemplo de democratización de la política climática». La activista sueca Greta Thunberg también siguió de cerca la consulta y escribió en Instagram: «De esto trata la acción por el clima».
Para el profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar, Carlos Larrea, el Parque Nacional Yasuní «es el lugar de mayor biodiversidad conocida en el planeta, y el petróleo ha producido un alto impacto ambiental en la Amazonia», por lo que «conservar la selva y mantener sus beneficios ecosistémicos, como la provisión de lluvias, captura de carbono y regulación del clima global, es indispensable para las futuras generaciones«.
En simultáneo con la consulta del Yasuní se realizó otra de carácter local para evitar la minería en seis pequeños pueblos rurales de Quito que cuentan con unos 20 mil habitantes. Allí el «Sí» obtuvo un 68 por ciento de respaldo para proteger el bosque del Chocó Andino, que es parte de las siete reservas de la biosfera en Ecuador. El Chocó Andino es considerado el pulmón de Quito, posee más de tres millones de habitantes y es también el hogar del oso andino.
También presente en la conferencia que este lunes celebró los resultados de ambas consultas populares, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza, aseguró que la «chispa que se enciende aquí en Ecuador» es una convocatoria a la unidad «en una lucha global para defender la vida planetaria». Con su poncho rojo característico, Iza exigió posturas claras sobre el extractivismo a la correísta Luisa González, y el empresario Daniel Noboa, quienes se disputarán la presidencia de Ecuador en la segunda vuelta del próximo 15 de octubre.