La Justicia del país centroamericano falló en contra de Rosa Elena Bonilla, tras hallarla culpable por el desvío de más de 500.000 dólares desde las arcas públicas a una cuenta personal, en 2014.
Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), fue sentenciada a 58 años de prisión este miércoles, luego de que la Justicia del país centroamericano la encontrara culpable por el desvío de más de 500.000 dólares de fondos públicos a una cuenta personal.
Según reflejan medios locales, Bonilla fue señalada de sustracción irregular por la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad de Honduras (MACCIH), organismo perteneciente a la OEA y encargado de investigar irregularidades dentro de las esferas estatales. Puntualmente, la entidad la acusó de realizar transacciones ilícitas desde una cuenta perteneciente a la oficina del Despacho de la Primera Dama, cuatro días antes de que su esposo entregara la presidencia a Juan Orlando Hernández, el 27 de enero de 2014.
Además, el Tribunal decidió computarle una multa económica del 10 % del valor apropiado, como también la confiscación de bienes personales que complementen el total de lo sustraído. Asimismo, Saúl Escobar, exsecretario de la exprimera dama, fue imputado como participante del delito y recibió una pena de 48 años de cárcel.
El pasado 27 de agosto, la Fiscalía había solicitado un confinamiento de 77 años para la esposa del exmandatario, mientras que la defensa apelaba por una condena de 11.
Por su parte, Porfirio Lobo, a través de Twitter, calificó a la sentencia como un «linchamiento». El expresidente, además, aseguró que durante el juicio a su pareja se cometieron «violaciones» a los derechos humanos y constitucionales. También apuntó contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y su sucesor presidencial, Juan Orlando Hernández—a quien llamó «corrupto»— como artífices de la causa judicial.