* Denuncian que se gesta un golpe de estado en contra del gobierno de la presidenta Xiomara Castro, similar al sangriento y fallido en contra del presidente Daniel Ortega en Nicaragua en 2018.
Dick Emanuelsson
La mártir de la Resistencia y del pueblo hondureño, Bertha Cáceres, denunció y advirtió sobre cómo delegaciones de los «Cuerpos de Paz» de EEUU en la madrugada se dirigían a minas cerradas hace muchos años en el departamento de Intibucá, para explorar y registrar sobre los recursos naturales. Así, decía en una entrevista con nosotros, que los agentes norteamericanos hacían un mapeo de todo el país.
A su servicio se encuentran centenares de llamadas ONG, que por su subsistencia reciben donaciones de la USAID, “el Papi de la CIA”, con la condición de subordinarse a la política exterior de Estados Unidos, que, como en el caso de Honduras, también significa ser una herramienta política barata en campañas de desestabilización contra el actual gobierno popular de la presidenta Xiomara Castro.
El caso ilustrativo fue Nicaragua en abril de 2018, cuando unas 5,000 personas, sobre todo jóvenes, se lanzaron a las calles en un intento armado y violento para derrocar al gobierno elegido por el pueblo nicaragüense, el gobierno del comandante Daniel Ortega y del FSLN. El Centro del Comando conspirativo se encontraba en la Embajada de EEUU en Managua, cuya embajadora era Laura Dogu.
¿Cómo se llama la embajadora gringa en Tegucigalpa, capital de Honduras?
Exactamente, Laura Dogu. ¿Una casualidad que llegó a Honduras después de que ganara la izquierda, presidida por la hoy presidenta Xiomara Castro?
Dogu no es cualquier frutita silvestre. En la misma presentación que el portal de la Embajada hace de esta señora, leemos lo siguiente:
«. . . se desempeñó como Asesora de Política Exterior del jefe de Estado Mayor del Ejército de los EEUU», es decir, las mismas FFAA que han cometido genocidios en todo el planeta, acusadas, bajo la asesoría de doña Laura, de haber causado 11 millones de muertes en las últimas tres décadas.
¡Vaya, que hoja de vida! En Nicaragua fue expulsada por conspiradora junto con la cúpula de la iglesia católica.
Pero el grueso de la violencia mortal, que causó 325 muertos durante tres meses, fue resultado justamente por la mal llamada «sociedad civil», formada y financiada por millones de dólares desde el 2013 por USAID, desenmascaradas por el investigador y periodista norteamericano Ben Norton, en el medio The Grayzone.
En Honduras, la vanguardia de la campaña de desestabilización es presidida por una organización, supuestamente «anticorrupción», llamada CNA, (Consejo Nacional Anticorrupción) dirigida por la señora Gabriela Castellano. Ella cobra un sueldo pagado hasta 75 por ciento por USAID.