Estados Unidos tiene problemas presupuestarios en su gasto militar, ya que ni siquiera puede garantizar la navegación en el mar Rojo ni defender a las embarcaciones comerciales de los ataques hutíes, de acuerdo con un análisis de Ariel Cohen, miembro sénior del Atlantic Council y director fundador de International Market Analysis.
La Operación Guardián de la Prosperidad, una fuerza multilateral liderada por Washington y Londres para proteger la navegación civil en Oriente Medio, no ha rendido los frutos esperados, ya que el movimiento hutí de Yemen sigue perjudicando el comercio internacional desde hace medio año e incluso recientemente hundió un carguero.
«Aunque los precios del petróleo se estabilizaron, las tarifas de los seguros marítimos volvieron a un equilibrio mayor que antes del inicio de las hostilidades y se resolvió la escasez de insumos […] no parece que [la coalición dirigida por Washington] haya contenido a los hutíes», asegura el también especialista en la región de Eurasia de la Heritage Foundation en un artículo publicado en la revista Forbes.
«Los cargadores marítimos están sufriendo una disminución de los volúmenes de tráfico y es poco probable que los mercados de seguros se tranquilicen por la presencia de activos militares», señala el experto.
Para Cohen, lo que sucede en el mar Rojo con los hutíes tiene que ver con un problema de adquisición militar a largo plazo por parte de Estados Unidos.
Según el analista, el Pentágono gastó un mínimo de 1.600 millones de dólares en operaciones de combate en Oriente Medio, sobre todo en Yemen, entre octubre de 2023 y febrero de 2024. Esta cifra no cuenta los misiles, que el Ejército estadounidense tuvo que encargar expresamente y pagar más, con un costo que ahora se dispara a los miles de millones, de tal manera que incluso el Pentágono estaría preocupado.
Para Cohen, lo más grave es que incluso la Fuerza Aérea estadounidense se enfrenta a enormes cuellos de botella presupuestarios y de suministro.
Mientras China y Rusia están ocupadas preparando plataformas de combate aéreo de nueva generación para desafiar la superioridad aérea norteamericana, un informe del Pentágono reveló que el controvertido programa F-35, la supuesta respuesta de Estados Unidos a sus adversarios, tiene serios problemas, especialmente en su actualización Technology Refresh-3.
«Con solo el 30% de los F-35 capaces de operar a pleno rendimiento y realizar todas las misiones, la superioridad aérea estadounidense está en entredicho», dice el consultor.
Según Cohen, aunque se argumenta que Washington gasta más en defensa que otros países, Estados Unidos y sus aliados se enfrentan ahora a desafíos en Europa, Asia y Oriente Medio y la Oficina Presupuestaria del Congreso prevé un descenso del porcentaje de gasto del 2,9% actual al 2,5% del PIB para 2034.