La mañana del domingo 21 de octubre, la Catedral de Managua fue el lugar escogido por sectores extremos de la Derecha política para “conmemorar” los seis meses del intento de Golpe de Estado. Dando cuenta de que la Iglesia en esta porción eclesiástica está seriamente teñida de un clericalismo al servicio de minorías fanatizadas que solo miran el poder sin importarles su temerario oportunismo.
Es del todo inaceptable, en una sociedad madura y plural, que se utilice la Catedral con fines políticos que solo ayudan a crear desconcierto en la Grey y rechazo ciudadano al ver que la Iglesia sigue en el camino de optar por un sector ideológico, olvidando que su misión esencial es llevar un mensaje de paz, unidad y amor a toda la sociedad, sin hacer distingos ni caer en el proselitismo.
Es también, inadmisible, el tono y la prédica del Padre Rodolfo José López, que usó fuertes palabras para referirse a la autoridad gubernamental. Incluso, se desprende de sus palabras una incitación a la desobediencia civil en todas sus formas al criticar a quienes ejercen el poder “matando, torturando y teniendo a esos jóvenes en la cárcel ilícitamente“.
¿Estas son palabras de un Clérigo consagrado o de un agitador profesional?
Levantamos nuestra voz para rechazar estas expresiones de odio, en momentos en que una gran mayoría de ciudadanos honestos trabajan por la paz y la reconciliación entre todas y todos los nicaragüenses. Esta mayoría silenciosa y cristiana ve en estas actitudes una demostración de que la Iglesia Católica no quiere que el país avance y se desarrolle en paz. La ciudadanía anhela esa paz que se les quiso arrebatar en forma violenta a partir del día 19 de abril, fecha que quedará en la memoria histórica de Nicaragua como el inicio de un intento de Golpe, con la inclusión de los llamados “Tranques de la Muerte”, que esa misma Iglesia avaló y defendió por meses.
Llama también la atención que entre las personas que asistieron a esta actividad netamente política partidista, de por sí, contraria al genuino espíritu de paz y reconciliación que debe animar a los pastores de la Iglesia, que están llamados a servir a todo el pueblo de Dios que concurre a sus templos, se observó la activa participación de líderes feministas que promueven el Aborto libre.
Actitud muy delicada ya que es conocida la clara posición de la Iglesia Católica que, permanentemente, insiste en un no rotundo a esa cultura que significa la promoción y defensa de las prácticas abortistas.
A la luz de estos hechos acaecidos hoy en el principal Templo Católico de Nicaragua, y siguiendo esta dinámica eclesial de los hechos que solo producen escándalo e incredulidad hacia sus autoridades eclesiásticas que deben ser ejemplo de objetividad e imparcialidad cuando se trata de temas o actividades insertas en la esfera política, no cabe sino protestar, serenamente, por la condescendencia y el beneplácito explícito de las autoridades eclesiásticas que permitieron tal ceremonia y prédica. Por esto y más, haremos llegar estas consideraciones a las más altas autoridades de la Iglesia Católica en Roma….(Non possumus silere).
No se puede “celebrar” lo que le costó a toda Nicaragua el intento de Golpe, es decir, es irracional promover y aplaudir a un movimiento político que intentó -a base de violencia, caos y muerte- alterar el orden Constitucional y Jurídico de la República. Solo un oscuro afán sectarista, acompañado de planes “cívicos” violentistas en que nada tiene que hacer la Iglesia, explicarían semejante actividad oprobiosa de hoy en la Catedral de Nicaragua. Por eso repetimos y repetiremos cuantas veces sea necesario: Non possumus silere…
La enseñanza de la Iglesia, como experta en humanidad, siempre ha de estar bajo el influjo de la promoción de la paz que conduce al bien común. Lo contrario, es aceptar un clericalismo y cristiandad que el propio Concilio Vaticano II dejó atrás de una vez y para siempre.
“La comunidad política existe verdaderamente en función de aquel bien común en el cual encuentra su justificación plena y su sentido y del cual deriva su legitimidad jurídica, primigenia y propia”. (Gaudium et Spes).
Comité Ecuménico Latinoamericano por la Paz en Nicaragua.