Imperio se queda sin tiempo en Nicaragua

Miguel Ángel Ferrer | Resumen Latinoamericano

* Buscan demonizar al presidente Daniel Ortega, y una vez logrado su objetivo enviar a la Infantería de Marines a terminar el trabajo, pero no la tienen nada fácil en la Patria de Sandino por el apoyo popular y el de las fuerzas armadas al gobierno.

Estados Unidos mantiene severas sanciones económicas, comerciales y financieras contra Cuba, Venezuela, Irán, Corea del Norte y Nicaragua. Previamente lo hizo contra Irak, Libia y Siria. Estas feroces agresiones tienen como objetivo fundamental lograr un cambio de régimen en esas naciones. O, para decirlo más sin rodeos, el derrocamiento de esos gobiernos.

Como es bien sabido, junto con las sanciones, se lanza una campaña internacional para demonizar a los gobernantes y líderes de esos países. Esto es lo que pasó con Salvador Allende en Chile y con Manuel Antonio Noriega en Panamá.

Y lo mismo sucedió con Saddam Hussein en Irak, Muammar Gaddafi en Libia y Slovodan Milosevic en la ex Yugoslavia. Y una vez que Estados Unidos considera madura la campaña para demonizar a estos líderes y países, se procede a un golpe de Estado, como en Chile, o a una invasión militar, luego de bombardeos masivos de población civil y de ciudades abiertas para ablandar la resistencia esperada o posible, como en Yugoslavia.

En Cuba, Venezuela, Irán, Corea del Norte y Nicaragua el proceso de cambio de régimen se ha mantenido en la etapa de demonización de los líderes o en los intentos de golpe o invasión armada. Pero llevar a cabo las dos últimas opciones depende del éxito o fracaso de la demonización del líder.

Ahora mismo estamos presenciando el intento de cambio de régimen en Nicaragua. Todas las baterías mediáticas del imperialismo y sus vasallos europeos y latinoamericanos actúan con ese propósito. El lema es “duro y directo”.

Si la demonización de Daniel Ortega tiene éxito, el siguiente paso sería un golpe de Estado o la invasión de los marines. Pero como se ven las cosas ahora mismo, no hay posibilidades reales de que un golpe triunfe, por la sencilla razón de que el ejército sandinista es revolucionario y con Ortega. Y en cuanto a la invasión militar, tampoco hay posibilidades de que ocurra.

Como todo en política, las campañas para demonizar al líder tienen fecha de caducidad. Si no tienen éxito en un cierto período de tiempo, comienzan a desvanecerse en el aire. Cuba, Corea del Norte, Venezuela, Irán y Siria son buenos ejemplos.

De modo que el imperialismo, la derecha nicaragüense y la derecha europea y latinoamericana, algunos de ellos disfrazados de izquierdistas, se están quedando sin tiempo.

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